El día del nuevo partido del siglo para el Sporting ha llegado. A las doce de esta mañana, no a las trece, que es horario sabatino, es la cita ante un Deportivo de La Coruña que viene a por todas, con ánimos renovados y nuevo librillo, el del maestrillo Pepe Mel, un entrenador de nivel, empeñado en salvar a los blanquiazules de Riazor. El Sporting, damas y caballeros, señoras y señores diputados, tiene dos mañanas seguidas de enorme interés; la de hoy, en casa, ante el rival que cierra la semana gallega, y la del sábado que viene, fuera de casa, en Valencia, ante el recuperado equipo de Voro, el hombre milagro de Mestalla.

Al día siguiente del supersábado liguero, con partidos de algunos grandes porque a otros les toca hoy o mañana, véase el Sevilla, el Sporting necesita, como bien ha dicho su nuevo caporal, Rubi, dar un puñetazo en la mesa; o mejor, un puñetazo en la portería contraria. Un puñetazo que permita, siempre según el entrenador, sacar la cabeza, que no librarse de las posiciones de descenso, entre otras cosas porque el rival matinal de hoy, el Deportivo de La Coruña, tiene pendiente un partido aplazado en su día a jugar en Riazor ante el modelo de irregularidad que es el actual Betis. El temporal de viento de hace unos días dejó a los dos equipos gallegos sin partidos en sus campos, lo que ahora mismo no se sabe si es bueno para ellos, que han recibir al citado Betis, al Celta y al Real Madrid de Zidane, esa lección diaria de sensatez y serenidad. "No existe la palabra crisis porque cada tres días tenemos la oportunidad de cambiar", sentenció el francés. El Real Madrid, cada tres días; el Sporting, cada tres días, como ahora llegado de la goleada de Barcelona, o cada semana, si se atiene uno al calendario.

La espera por la salida rojiblanca de la crisis se está haciendo larga, como corta es la distancia de la zona sin crisis. Como era de esperar, las cosas se ajustan en la cabeza y en la cola, donde aparecen en cada esquina rivales para la salvación. Pongamos que hablamos de Leganés, Deportivo y Granada, ahora mismo los más cercanos para la solución de los problemas de este Sporting. Cada uno echa sus cuentas para llegar a los puntos necesarios, menos que otros años, para la salvación definitiva.

No habrá salvación para el Sporting si no gana el partido de este mediodía y aun ganando quedará un largo tramo por recorrer. Un tramo en el que no servirá eso de que éste no es partido de nuestra Liga y otras valoraciones de menor fuste que la realidad de la necesidad de sumar puntos en cada compromiso; tres en casa y uno fuera, la media inglesa aún válida pese a la norma de los tres puntos, sería una fórmula de lo más adecuada. Todo pasa, pues, por la victoria de hoy. Sin disculpas.

En tiempos tan complicados, las buenas costumbres han de ser mantenidas; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio qué hacer al final de temporada con la lista de descartados semana sí y semana también por el entrenador de la primera plantilla? ¿Sabe que en la lista hay cedidos y hay futbolistas en propiedad con contratos largos? Próxima parada, Capuchinos.