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Cifras y datos

El Sporting vive de prestado desde el miércoles, de los puntos que le vayan dejando sus próximos y notables rivales

Si durante un partido se pueden generar hasta ocho millones de datos (según aseguran expertos en Big Data) queda claro que el fútbol, cada vez más, es una cuestión de números, de puntos, de goles a favor y en contra. En buena hora pensaron los sportinguistas que con corazón y pasión era posible la salvación. Queridos aficionados de base, los sentimos, pero la realidad es tozuda: para seguir en Primera tienen que cuadrar los números, sólo así se podrá continuar una temporada más entre los grandes de La Liga. No hay crédito con sólo 22 puntos en el casillero. Es algo similar a cuando la tarjeta del cajero se empeña en advertir: no hay saldo. El Sporting vive desde este miércoles de prestado, de los puntos que le vayan dejando sus próximos y notables rivales. Por ejemplo, el lunes de Pascua la Real Sociedad le podía ceder tres puntos para poder respirar y así terminar la Semana Santa ganando al Real Madrid en El Molinón; un día antes de la Resurrección: como la tradición cristiana manda. Los padrinos de los ahijados rojiblancos cambiarían con gusto el Bollo, el huevo de chocolate, por una tarde triunfal y tres puntos de merengue, según receta de Michel o Butragueño.

Rubi está en su papel cuando decide pasar la página de la derrota ante el Málaga -tan accesible como otros rivales que puntuaron en el feudo de la orilla del Piles-; por imperativo laboral el entrenador y la plantilla tienen que seguir ganando la soldada hasta el último partido de la temporada, allá por mitad de mayo. Todos se juegan bastante en estas jornadas, a día de hoy ese vestuario tiene poco cartel en el mercado. Si los hados de la fortuna no cambian, y se baja al segundo peldaño de la competición que dirige Tebas, para algunos futbolistas su destino estará en lugares lejanos (orientales incluso) pero en los campos de La Liga pocos tendrán cabida. La experiencia dice que aquellos que llamaron la atención la pasada temporada -bajo el embrujo de Abelardo-, elevando su cotización, dejando el club que les vio crecer, a día de hoy su valor de mercado es notablemente inferior: Bernardo, Luis Hernández y Jony cotizan a la baja. Halilovic y Sanabria ya no son promesas: son realidades, pero menos brillantes que cuando vistieron la camiseta del Sporting.

Mientras que los números no dicten sentencia matemática, "La Mareona" seguirá viajando, planificando escapadas con el calendario de citas futboleras en la mano. Este lunes comerán pinchos en San Sebastián, haciendo tiempo hasta la hora decisiva en Anoeta. La Real de Eusebio -como el Sevilla de Sampaoli- está acusando la maldición de los diez últimos partidos donde los minutos pesan el doble. Los noventa reglamentarios se les hacen eternos; al Sporting tampoco le sobran fuerzas, aunque la necesidad puede hacer milagros. Eso esperan los creyentes seguidores que sueñan con un vía crucis liviano.

Pero al final del camino, como cantaba Karina en "Un mundo nuevo", contaba en RPA el consejero del Sporting -encargado de la propaganda y los complementos (marketing y derivados)-que, al final de la próxima temporada, el Sporting tendrá un nuevo(os) propietario. Por lo tanto el personal contratado por el actual consejo ya sabe que tiene fecha de caducidad. Así se demuestra que la sociedad mercantil domiciliada en Mareo despierta pasiones cercanas y es objeto de deseo de inversionistas ¿offshore? Si el acero lo gestiona un hindú, no resulta extraño que un señor equipo de fútbol -con una afición entregada a la causa- tenga como propietario(os)a unos señores lejanos, mucho más allá de Carballo (A Coruña).

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