El periodismo asturiano perdió anoche a uno de sus símbolos de excelencia profesional, Celso Alonso Sanjulián, Celsín en sus comienzos en una profesión que siempre vivió con intensidad. Fue uno de esos productos de la buena vista del exdirector de LA NUEVA ESPAÑA Melchor Fernández Díaz para destapar buenos periodistas y buenas personas. Celso lo fue en esa doble vertiente, que extendió en "La Voz de Asturias", "Asturias Diario Regional", "Región", "Hoja del Lunes" y LA NUEVA ESPAÑA.

Profundo conocedor de todas las entretelas del deporte asturiano, Celso visitó con éxito todos los géneros del periodismo deportivo y también del generalista. Pocos han olvidado la calidad de sus trabajos diarios en la apasionante historia del "neñu Gela", que contó en estas páginas. Celso fue más que una admirable hormiga de redacción: fue un puntal de la sección deportiva en cada uno de los periódicos que pisó. Dotado de una carga de ironía infinita y de una frescura vital, Celso se ha ido de repente sin darnos tiempo a esperar su marcha. Descanse en paz y reciba su familia nuestras emocionadas condolencias.