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Fondo Norte

Una Liga que lleva la marca de Zinedine Zidane

El entrenador del Real Madrid, ninguneado hasta hace bien poco, ha demostrado que es mucho más que un recadero

"Hemos sido los mejores en la mejor Liga del mundo", sentenció Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, al final del partido de Málaga, donde el equipo blanco hizo un ejercicio de oficio. No más. Un gol en el minuto uno y cuarenta segundos, facilitado por un mal despeje, con el muslo, del exrojiblanco Luis Hernández, le dio al Madrid la seguridad del trofeo pese al bello esfuerzo del Málaga, sin histerismos, al revés que el Celta de hace cuatro días. El final de la Liga fue de un aburrimiento supino porque enseguida quedó resuelta la cuestión. El Madrid marcó en un suspiro, el suspiro de Cristiano Ronaldo, y el Barcelona tardó en doblegar a un Eibar del que había avisado su entrenador, Mendilíbar, que no contó con los habituales factores externos.

Un comentarista del partido de Málaga confesó, por fin, al final del partido de La Rosaleda que era la Liga de Zinedine Zidane, ninguneado hasta hace cuatro días, considerado una especie de simple recadero de Florentino Pérez, sin que un amplio grupo del gremio de finos analistas fuera capaz de ver la categoría que atesora el francés como entrenador. Ni el gran final de la Liga del año pasado ni la Liga de Campeones, la undécima blanca, sirvieron como avales de Zidane. Era un vendido al presidente Pérez.

Ahora ya tiene una Liga, que se le resistió al Madrid desde hace un quinquenio, y prepara la segunda final europea, en Cardiff, patria chica de Bale, que como sea titular puede provocar un conflicto mundial. El Madrid de ayer no fue excelso, quizá porque se escondió detrás del primer gol y de las noticias que iban llegando de Barcelona. No fue su mejor partido, pero le bastó para dejar sentenciado aquello pronto. El Málaga empujó, pero Keylor Navas lo paró todo en una nueva demostración de que quiere seguir siendo el titular, venga quien venga y caiga quien caiga.

El Madrid pasó algún apuro en balones altos enviados por Jony al área, pero hubo un tiempo en el que Ramos y Varane se hicieron dueños del cielo, aunque los centrales fueron perdiendo gas y capacidad de salto según avanzaba el partido. Keylor hizo el desvío de la noche a una falta del goleador Sandro y más imprecisiones de la cuenta y un mal cálculo de la línea del fuera de juego impidieron que el Real Madrid acentuara su mando en el partido final.

La jornada, al revés que otras anteriores, no dejó emociones relevantes. Quedó claro pronto que no iba a haber sorpasso y que el Madrid tenía bien agarrado un título que lleva la marca de su entrenador, un tal Zinedine Zidane, excelso futbolista y excelso entrenador que gana casi todos los partidos y que lleva a los suyos de récord en récord. Vaya con el recadero, ha salido listo.

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