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Presión a tope

Toca corregir la falta de carácter del equipo tras el aviso de Hierro

Gijón, León, Lugo, Zaragoza, Vallecas y a lo mejor Santander, Valladolid, Cádiz. Las salidas de la próxima temporada se las traen, a primera vista parecen mucho más exigentes que de las de la campaña ya terminada y en las que los partidos a domicilio fueron el talón de Aquiles de un Real Oviedo empujado por su afición en el Tartiere.

El paso de Fernando Hierro por el Real Oviedo quedará en un simple aprobado. No se alcanzó el objetivo prioritario de jugar las eliminatorias de ascenso a Primera División, pero tampoco hay que menospreciar el hecho de que el equipo azul no estuvo en ningún momento en la zona de peligro, losa que sí cayó sobre otras plantillas hechas a principios de temporada con objetivos similares a los del Oviedo, como es el caso del Córdoba, Elche o Mallorca. Y la afición de La Ería tiene experiencia de lo mal que se pasa y lo difícil que resulta remontar desde la parte baja de la clasificación, la más próxima al pozo de la Segunda B.

Las formas del Hierro entrenador distan mucho del estilo que imponía sobre el césped el que fuera capitán del Real Madrid y de España. Tuvieron que pasar casi 40 partidos para que finalmente dejara caer, tras el ridículo de Córdoba, que a la plantilla del Real Oviedo le falta el carácter necesario para competir. Todo un aviso a navegantes para la temporada que se avecina y del que deberían tomar buena nota los gestores del club y los responsables de configurar el que será el tercer proyecto en el fútbol profesional, tras la larga travesía del desierto que Saúl Berjón vivió a distancia mientras la afición sufría y animaba en primera persona, ya fuera en Navia, Ceares, Llanes o en Tanos.

Si hasta ahora los jugadores azules creían que tenían presión, que se preparen porque la temporada 2017-2018 será de emociones intensas, con el eterno rival como competidor directo. Presión a tope, no ya en los dos partidos de la primera y de la segunda vuelta, sino cada domingo al mirar la clasificación y buscar la referencia, ineludible, del Sporting. Ahí ya no cabrán medias tintas, ni disculpas sobre el empedrado. El marcaje será férreo desde el primer partido de liga. Catorce temporadas sin verse las caras en la misma competición son muchas, demasiadas. Ojalá hubiera sido en Primera, pero tendrá que ser en Segunda. Ya queda menos.

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