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Fondo Norte

La apasionante estrategia de comunicación

Los responsables del Sporting no parecen enterados aún de que el fútbol vende ilusiones

La apasionante estrategia de comunicación que sigue el Sporting, que bien puede estar diseñada por el enemigo, consiste en que pasen los días y no pase nada en el seno de la sociedad anónima deportiva, antes club de fútbol. Los clubes de fútbol, como sabe el seguidor menos informado, no venden ni asientos, ni camisetas, ni derechos de televisión; venden ilusiones, sentimientos y esperanzas. Y desde dentro de las instituciones hay que alimentar esas ilusiones y sentimientos. No vale cerrar por vacaciones ni dejar la cuestión de la comunicación en manos de tecnócratas que lo rojiblanco les suena igual que lo blanquiazul, lo verde, lo gris o lo blanco. Hay cuestiones que no pueden ser únicamente barnizadas por el carácter empresarial. El Sporting lleva parado desde hace semanas con la lógica sorpresa de una afición que quiere recuperarse a marchas forzadas del cruel descenso.

Mientras, los cesantes van encontrando acomodo en otras sociedades. Pongamos que hablamos de Nico Rodríguez, el director deportivo enemigo del gran timonel, que se va al Albacete, recién regresado a Segunda A a costa del Valencia Mestalla, filial del Valencia, que está muy bien en Segunda B porque los filiales suelen desvirtuar la competición dada su imposibilidad de ascender a Primera. Nico Rodríguez en Albacete, Rubi en el Huesca; la España plural de Zapatero en toda su plenitud.

En Leganés, sin embargo, consideran muy caro al portero Cuéllar, quien, por lo que se va viendo, se mueve en busca de un equipo para continuar en Primera. Dicen los que saben de estas cuestiones que Cuéllar es, junto con Amorebieta, el jugador mejor pagado de la plantilla. Claro que la ficha se reduce a la mitad en caso de descenso, pero sigue siendo alta, tan alta que el común de los mortales no se acerca ni de lejos a ella. A los futbolistas les cuesta bajar a Segunda, y no sólo a Cuéllar.

Estas cuestiones van apareciendo cuando los sub-21 de Jorge Meré, otro que no quiere bajar a Segunda, se han metido en la final del Europeo. La final, distinguido público, mañana. El equipo de Celades parece que tiene ensayado que en cada partido aparezca una figura individual. Un día fue Marco Asensio; al siguiente, Ceballos, y el martes, Saúl, autor de tres goles y de una exhibición que lo ha lanzado a las portadas. Algunos clubes, que siguen una estrategia de comunicación muy distinta a la del Sporting, ya insinúan que lo quieren fichar. El Atlético resiste.

Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿qué sabe Esuperio de un jugador que a la vuelta de las vacaciones va a plantear su salida del Sporting sin contrapartida alguna? Próxima parada, Capuchinos.

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