Claudio Bravo es ahora el ídolo futbolístico de un Chile que festeja la clasificación de su selección para la final de la Copa Confederaciones. El portero que Pep Chanel Guardiola, José en la intimidad según confesión de su padre, se llevó al Manchester City ha reafirmado su cuestionado prestigio parando tres penaltis en la serie obligada tras el empate sin goles tras 120 minutos de partido ante un Portugal cargado de melancolía. Tanta melancolía que Cristiano Ronaldo ha sido liberado de esperar por el tostón del partido para el tercer puesto y ya viaja para conocer a sus gemelos. De la visita familiar a la obligada al Real Madrid no tiene que haber muchos pasos. Si los hubiera o hubiese, sería cuestión de cuestionar su continuidad en el club blanco, cuyo presidente, Florentino Pérez, ya ha dictado las normas veraniegas de obligado cumplimiento. Si llega Mbappé, un miembro de la BBC tendrá que dejar el club. Ceballos, la joya bética que ya quieren comparar con Iniesta, ya está a punto porque su cláusula de rescisión es un regalo para los tiempos que corren. Quince millones de euros los paga el Real Madrid por hacerse con un auxiliar de administración que se dedique a las fotocopias. Son los misterios de los clubes multimillonarios. Tutti contenti, Rerum Novarum.
No lo dicen, pero ya es de dominio público que los grandes clubes españoles están amenazados por el llamado "fair play financiero", que se resume en el tope salarial al que están llegando tanto el Real Madrid como el Barcelona. No hay quien pueda con continuas renovaciones al alza de los fenómenos de cada plantilla, de las figuras del segundo escalón y hasta de los buenos profesionales del tercero. La FIFA ha puesto límites al despilfarro, aunque los grandes cada día ingresen más dinero por sus múltiples actividades. No hay freno a los ingresos de las estrellas que renuevan cada año sus suculentos contratos en los que se incluyen el pago de los impuestos. Un pastón, distinguido público, que diría el clásico más reciente.
En territorios más cercanos, el rojiblanco por ejemplo, los ingresos son menores, pero van por adelantado, según cuentan los más finos analistas del lugar. El Sporting ha cobrado ya la totalidad del patrocinio de Tesla en lo que parece un claro bofetón de esta empresa a quienes han roto con sus patrocinios musicales y festivos. Los misterios de algunas finanzas provocan esas sorpresas que tocan muy de frente con festivales locales inmediatos. El Sporting, según informa el propio club, ya tiene en sus cajones los dineros del patrocinio de la temporada que aún no ha comenzado.
Si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio cuál va a ser el primer fichaje rojiblanco? Próxima parada, Capuchinos.
