Resueltos los dos primeros fichajes de la nueva etapa del Sporting, han desaparecido algunas urgencias que se dejaban notar en el amplio mundo rojiblanco. Urgencias, las justas porque, tras la experiencia de la temporada pasada, no hay quien se atreva a meter prisas al castellano leal y a su equipo sobre incorporaciones más o menos resultonas. El delantero con gol que reclamaba Paco Herrera tiene que ser Stefan Scepovic, cedido por un Getafe crecido tras el regreso a Primera bajo la dirección del siempre eficaz Bordalás.
Mientras, se nos informa que el Alavés, que se ha quedado sin Pellegrino aunque haya reclutado a Luis Zubeldia, que suena muy bien, a buen fútbol argentino, aunque por sus obras le conoceréis, se nos informa, decimos, que se ha hecho con los servicios del hijo de Burguillos del Cerro, provincia de Badajoz. El que dice ser y llamarse Burgui vuelve a jugar en Primera, que es el sueño de cualquier futbolista, según doctrina de Jorge Meré. Éste sueña con el Málaga, que parece el club más interesado en contar con los servicios del central, aunque nunca se sabe lo que puede pasar en las gestiones veraniegas. Véase el tortuoso camino seguido por Vitolo, un día blanco, al siguiente rojiblanco para terminar de amarillo a la espera de la llegada de las Navidades. El recibimiento que le harán en el Sánchez Pizjuán sevillano nada tendrá que ver con el de Sergio Ramos. Cuando alguien quiera saber qué es de verdad un mercenario futbolístico, que se empape de las idas y venidas del tal Vitolo, internacional por más señas. Y no valen las disculpas de la intervención de Simeone en la operación porque el entrenador argentino no es precisamente el modelo de comportamiento. Remember Julen Guerrero, distinguido público.
El papel más fino en todo el episodio lo ha tenido la UD Las Palmas, que apuesta por otra operación retorno, aunque sea a corto plazo, las Navidades próximas. Con esta operación Miguel Ángel Ramírez, el presidente canario, se libra de la tentación de Jesé, una decepción en su vuelta a casa, que va camino de convertirse en un exjugador en activo. Su rendimiento en el equipo amarillo fue muy pobre.
Pobre no es, ni mucho menos, el Real Madrid, que calla sobre Dani Ceballos en un silencio que causa cierta sorpresa y que, según finos analistas, se debe a que quiere apretar al Betis en la forma de pago de la cláusula de rescisión, que suele ser un misterio en la mayoría de los casos. Tutti contenti, rerum novarum.
Si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio cuántos jugadores rojiblancos han de hacer las maletas para buscar nuevos destinos para seguir en activo; es cierto que pasan de diez? Próxima parada, Capuchinos.
