Siempre pensé que me lo volvería a encontrar en una concentración de la selección española. Cuando el pasado viernes Julen Lopetegui dio la lista y mencionó a David Villa todos los buenos aficionados al fútbol nos llevamos una gran alegría. ¡Vuelve el Guaje! Aún sigue en mi memoria aquel partido frente a Australia en el Mundial de Brasil en 2014, el último de España en el torneo, el último de David Villa, el número 97, en el que marcó su gol 59. El máximo goleador de la historia de la selección se despidió entre lágrimas. "Por mí jugaría toda la vida pero lo más normal es que se acabe aquí. Trabajaré como siempre y si el entrenador decide convocarme, pues encantado, pero hay que ser realistas", dijo en su momento.
El de Tuilla, que en diciembre cumplirá 36 años, regresa a una convocatoria. Además lo hace para el partido más importante de España de cara a la clasificación para el Mundial de Rusia. Se enfrenta a Italia, la selección que sufrió el final de aquella maldición de los cuartos de final cuando los del malogrado Luis Aragonés les apearon en 2008 en una tanda de penaltis en la que, cómo no, también marcó Villa.
David Villa no podrá jugar toda la vida pero con su trabajo, esfuerzo y dedicación ha conseguido que Julen Lopetegui, el actual seleccionador nacional, le haya llamado. El Guaje, como le apodan cariñosamente, vuelve desde Nueva York, la ciudad que nunca duerme y en donde ahora disfrutan con esa magia intacta que mantiene en sus botas a pesar del paso de las temporadas. Además lo hace para batir otra marca en la historia de la selección y eso que ni siquiera ha aterrizado en la Ciudad de las Rozas. David Villa ya es el primer futbolista convocado que no juega en una liga europea.
Estiloso a la hora de vestir, educado en las formas, su corte de pelo, su peinado, las patillas que tanto le singularizan y, por supuesto, su fútbol lo han convertido en un jugador querido y admirado por todos. Me dicen que no es extraño encontrarse su imagen en carteles publicitarios en cualquier barrio de la Gran Manzana.
Ahora, cuando los focos volverán a apuntarle, es posible que su popularidad se dispare aún más. Vuelve el de Tuilla, lo hace desde Nueva York, donde ya están pendientes de si logrará la diana número 60. Hay apuestas para todo. Algunos se juegan los cuartos a que llegará al centenar de internacionalidades y otros, aún más osados, a que volverá a compartir convocatoria con Íker Casillas.
Tiempo al tiempo. De momento nos toca disfrutar con un regreso soñado de un jugador histórico. Enhorabuena Guaje.
