Sin sorpresas en la nueva lista de Julen Lopetegui, seleccionador de España. Quienes deseaban ver fuera de la misma a Gerard Piqué, de nuevo provocador con sus mensajes de tipo político, se han quedado con las ganas. La selección, como la Federación Española con el Comité de Árbitros y como todo lo que tenga que ver con el "imperio Villar" forman una campana hermética a la que le da igual que se discuta si un jugador ha de ser convocado o no. Piqué lo da todo por la selección, dice Lopetegui, y el tema queda cerrado. Las sorpresas en la lista son mínimas. Algún comparsa aparece, desaparece Villa, que mantiene su gran forma, que se sepa, previa a la anterior convocatoria, pero se ve que el seleccionador quiere mover el árbol de los delanteros. A estas alturas, distinguido público, no se sabe si las declaraciones de Sergio Ramos son de apoyo, de comprensión o de crítica hacia su compañero de línea defensiva. Ya sólo queda ver dónde votará Piqué, que el lunes, ¿o será el martes?, se incorporará a la concentración de la selección en Las Rozas, provincia de Madrid.

Y todo esto sucede en las vísperas del partido que el líder de Segunda, el Sporting, tiene que jugar en Pamplona ante un rival de peso, aspirante a volver a Primera. Un partido que va a preceder a un curioso calendario que obligará a los rojiblancos de Paco Herrera a disputar tres partidos en seis días, ni que fueran participantes en la Liga de Campeones. Tomen nota, por favor: sábado 7, a las cuatro de la tarde, el Sevilla B en El Molinón; martes día 10, a las nueve de la noche, en el Reino de León, la Cultural Leonesa, y el viernes 13, a las nueve de la noche, en El Molinón, visita del Huesca de Rubi, que lo mismo se da un abrazo con Fernando Fueyo de la que éste sale del vestuario local de rezar un padrenuestro. En seis días, nueve puntos; en trece, doce puntos en disputa, una suma de puntos de lo más atractiva para los altos intereses rojiblancos.

El calendario, distinguido público, se supone que obligará a Paco Herrera a echar mano de las socorridas rotaciones, rotaciones que se han empeñado en poner en práctica los entrenadores vascos de la Europa Liga, que caras les han costado. En San Mamés el partido terminó en pitos que demuestran que el Athletic de Ziganda no marcha, mientras que la Real Sociedad de Eusebio Sacristán, natural de La Seca, provincia de Valladolid, no levanta cabeza después de un comienzo de Liga espectacular. Los misterios de la alta competición futbolística.

Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio a quién se echó de menos en el almuerzo de hermandad organizado por Paco Herrera para la plantilla y auxiliares del Sporting, excelente costumbre? Próxima parada, Capuchinos.