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Alberto Menéndez

Mejoría insuficiente

La necesidad de que el Oviedo ofrezca un juego más logrado

Al Oviedo le urgían ayer los tres puntos en juego ante el Córdoba para no hundirse en el fondo de la clasificación y verse afectado por los males que ello siempre conlleva, nerviosismo y falta de confianza fundamentalmente. El objetivo inmediato era el triunfo y los jugadores azules lo alcanzaron. Pero la meta a medio y largo plazo de los oviedistas es otra, va más allá de intentar no caer en la parte baja de la tabla. La plantilla se confeccionó para luchar por los puestos que dan opción a soñar con el ascenso. Y para conseguirlo es necesario que el Oviedo dé un giro al juego desarrollado en los últimos encuentros. Debe ir más allá de lo visto ante los cordobeses. Hubo cierta mejoría, es cierto, pero insuficiente. Tiene razón su entrenador, Anquela: es posible exigirles más a los jugadores, al menos a algunos de ellos, porque tienen calidad de sobra, porque son más buenos de lo que han de demostrado hasta ahora. Los detalles apuntan a ello, ahora falta darles continuidad.

Para que desarrollen todas sus potencialidades, los pupilos del técnico jienense deben de comenzar a mirar hacia los mejores de la categoría, no hacia quienes luchan por no caer en el abismo del descenso como les pasa ahora. Mientras no consigan dar ese salto, el temor al error se impondrá en la mayoría de los casos a la valentía de arriesgar en un regate, en un pase, en una iniciativa que, aunque audaz y problemática, sirva para mostrar su superioridad al contrario y también para amedrentarle. Porque en eso consiste la superioridad, no sólo en creértela tú, sino también en que lo haga el que tienes enfrente, y que así acabe cohibido.

El Oviedo se recompuso ayer en el Tartiere con respecto a la imagen dada el fin de semana anterior en Granada. Pero también es verdad que en esta ocasión, a diferencia de otros encuentros, tuvo suerte. El marcador lo inauguró un jugador cordobés con un tanto en su propia portería y, además, los de Juan Merino estuvieron muy desafortunados de cara al gol. Porque oportunidades tuvieron varias y claras. Quizás por eso el Córdoba está en el puesto que está en la tabla.

El equipo de la capital del Principado necesitaba una victoria y ayer, con mucho sacrificio, la obtuvo. Ahora, si quiere engancharse a los puestos altos de la clasificación, está obligado a dar otra imagen fuera de casa. En Alcorcón tiene una gran oportunidad de regalar una satisfacción a sus seguidores. Además, Anquela va teniendo más jugadores entre los que elegir. Hace algunas semanas, cuando la enfermería azul iba llenándose, decía que a él no le gustaba llorar, que había que aceptar el infortunio y sobreponerse. Bueno, ahora que el parte de lesionados va a menos -y ante la racha negativa de resultados, hasta ayer-, seguro que el entrenador oviedista respira. Frente al Córdoba, por ejemplo, dos de los jugadores recuperados en las últimas semanas, Mariga y Johannesson, tuvieron un papel protagonista. El primero acabó el partido como la gran referencia del centro del campo del Oviedo, sobre todo en lo que al aspecto ofensivo se refiere, con un gran pase al canterano -que había salido al campo minutos antes- y que éste aprovechó brillantemente para marcar el segundo y tranquilizador gol azul.

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