El Oviedo perdió en Valladolid porque fue peor que el rival. Y punto. Las tintas se cargan contra Juan Carlos. No cabe duda que el portero no está muy acertado esta temporada, pero no es el único. Después de los últimos partidos parece claro que conviene un relevo en la portería, pero, si así lo decidiese Anquela, debe ser un cambio natural y no traumático. Hay un jugador en mala forma y si el reserva está mejor se produce el relevo y no pasa nada. Lo que no puede ser es demonizar a un futbolista que no ha demostrado en ningún momento falta de compromiso ni de profesionalidad. Anda mal, sin más.

Queda claro que el Oviedo tiene que cambiar. Anquela, al que todos quisimos fichar porque era un "paisano," debe tomar decisiones. Y no solo en la portería. Si, como parece sugerir en la sala de prensa, determinados futbolistas no cumplen con lo que les ordena, hay que quitarlos y poner a chicos del filial o del juvenil. Steven dejó claro ayer que está muy por encima de ciertos fichajes incomprensibles y en la pretemporada hubo guajes que también demostraron que pueden jugar en el primer equipo.

Que el míster tenga claro que si honradamente cree que hay que cambiar y apostar por la cantera con decisión, la grada y el oviedismo le respaldará. La jornada que viene visita el Carlos Tartiere el Numancia de Soria. La afición espera un equipo comprometido, con orgullo, valor y garra. Si eso supone la suplencia de cuatro vacas sagradas y la titularidad de cuatro chicos dispuestos a todo, que a Anquela no le tiemble el pulso. Eso es, precisamente, lo que muchos esperamos de él.