Dos goles de Santos en el Carlos Belmonte frenaron la sangría de derrotas del Sporting, pero la revolución de don Francisco Herrera se quedó a medias porque los rojiblancos terminaron en empate después de haber remontado el gol inicial del peleón Zozulya, que cabeceó un buen envío de Arroyo a la media hora de partido.
Los sacrificados por el cero a tres frente al Cádiz fueron Santos, Rubén García, Moi Gómez y Scepovic, aunque los tres primeros fueron los cambios del segundo tiempo, cuando el Sporting daba la vuelta al resultado. Los elegidos para la alineación fueron Quintero, Rachid, Pablo Pérez y Viguera, con salidas en los cambios de los dos últimos. El otro fue Carmona, con molestias toda la semana. Con cambios o sin ellos el juego desplegado por el Sporting en el primer tiempo fue deplorable, sin capacidad para combinar y no digamos para llegar a la portería de Tomeu, al que no tiraron ni una sola vez en todo este periodo. Para más desgracia, el gol del Albacete llegó en centro lateral, mal defendido por el lateral zurdo y por los tres defensas centrales. Al respecto convendría que Álex Pérez suprimiera la fea costumbre de señalar a los compañeros cada vez que el equipo encaja un gol.
El segundo tiempo empezó más animado porque se animó la pelea entre Barba y el goleador Zozulya. El italiano se llevó la tarjeta en el minuto seis, pero aguantó con oficio. Los cambios animaron también el juego del equipo rojiblanco que, por fin, tiró a puerta en el minuto 16. En la jugada siguiente llegó el empate en un centro de Rubén García, con cabezazo certero de Santos. El Sporting cogió la ola y remontó en el veinticuatro, con cesión de Rubén a Santos, buena maniobra de éste en el área, con tiro, rechace de Tomeu y remate triunfador del uruguayo. Al Sporting sólo le quedaba aguantar, pero no lo hizo porque en el 35 en una falta mal defendida Gaffoor cabeceó de espaldas y batió a Diego Mariño. El Sporting volvió a buscar la nueva remontada, pero ya no hubo acierto. El empate rompe la racha de derrotas, pero es simplemente el segundo punto de los doce posibles en las últimas cuatro jornadas. El equipo pierde puestos y ve agrandarse la distancia en puntos con los dos primeros. Este Sporting tiene que autoexigirse bastante más de lo que está dando en las últimas semanas. Habrá que echar cuentas para los cuatro partidos que quedan pendientes antes de las vacaciones de Navidad: Zaragoza, Barcelona B, Tenerife y Granada son los rivales.
Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio qué vientos soplan por el club en relación a la gestión herreriana? Próxima parada, Capuchinos.
