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La fuerza del grupo

Sobre el buen momento del Oviedo tras la victoria ante el Lorca y la claridad en el discurso de Anquela

El Real Oviedo empieza a dar la imagen que quiere la afición y también su entrenador. Más allá de los resultados. Quizá esa sea la razón de que Juan Antonio Anquela haya caído de pie entre la mayoría de la masa social del club. Donde otros entrenadores pecaban de discursos auto complacientes con una plantilla que podía dar bastante más de sí, viene el jienense y hace unos análisis post partido acordes con lo visto desde la grada, aunque la verdad duela en el "vestidor". Hay que ganar más duelos, hay que poner más, no te pueden llevar el balón en cada disputa sin apenas resistencia...¿A que les suena? Siempre ha dicho el "Brujo" Quini que el fútbol es bastante más sencillo de lo que muchos venden. Va a ser que sí.

El partido ante el Lorca permitió ver la actitud que la grada desea, más allá de que los murcianos se le dan bien al Oviedo desde hace décadas. Cuándo un equipo gana 0-2 y en el minuto 93 está presionando en campo rival, eso refleja compromiso, trabajo, ambición y ganas de hacer lo que se debe. Es el camino. Luego la bolita podrá entrar o no, pero por implicación que no quede.

Cuatro victorias en cinco partidos sitúan al Oviedo en el pelotón de los aspirantes a todo, pero prohibido sacar pecho. Y eso que pintaban bastos tras la lesión de Toché y la derrota inapelable en Alcorcón. La paciencia con el proyecto Anquela empieza a rendir frutos por mucho que alguna voz catódica había puesto la mira telescópica sobre el entrenador jienense pese a las bajas que se cebaron con los azules al inicio de campaña. A estas alturas nada está hecho y sí todo por hacer, pero un equipo serio cuando apuesta por un proyecto debe darle el margen de la temporada, salvo cataclismo irresoluble que tampoco ese era el caso de los azules en los primeros compases de la temporada.

La baja de Toché está siendo cubierta con nota por Linares, un delantero sin pizca de suerte cuando los largueros escupían remates suyos que de haberse traducido en goles y puntos hubieran catapultado al Oviedo a los primeros puestos. Pero como delantero estaba ahí, con la caña. Y ahora ya pican. Recompensa merecida y ejemplo para el grupo en lo que resta de campaña. La temporada es larga y para pelear el ascenso cuenta la aportación de todo el grupo. Ya queda cada vez más lejos el hasta ahora último retorno a la Primera División pero en aquella temporada mágica tan importantes fueron los esfuerzos de Viti, Tocornal, Herrero y Thompson en la primera mitad del curso como la irrupción de Luis Manuel y Bango conforme se acercaba la promoción o la aportación de calidad de Conde sin olvidar, por supuesto, la regularidad de los Zubeldia, Vili, Sañudo, Berto, Juliá, Hicks y Carlos. La fuerza reside en el grupo de ahí que apariciones como las de Linares, Forlín, Yeboah, Alfonso, Mariga, Viti, Hidi y alguna otra resulten vitales para competir más y mejor.

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