Si escribes porque escribes, si no escribes porque no escribes; si hablas porque hablas y si no lo haces es porque eres un cobarde. Y así el bucle infinito de cara al partido en el que nadie puede decir nada sin recibir un insulto o sin ganarse un capón. Por eso hay que naturalizar el sentido común, analizar con perspectiva y disfrutar.

Después de leer y reírme (siempre en el buen sentido) con lo que todos mis amigos del Oviedo me han escrito esta semana, he decidido pedir perdón en nombre del Real Sporting de Gijón, el gran "causante" de sus males ajenos. Empezando precisamente por eso: perdón por haber fundado el club en 1905, perdón por lo de "Real" y perdón por ser el primer club asturiano en tener ese título (que me importa tres pepinos, por cierto). También quiero pedir perdón por lo de "Gijón". Ya es mala suerte para el club pertenecer a una ciudad llena de "muiles" que malviven en el "Piles" y cuyos casi 300.000 habitantes pertenecen a la aldea más grande del mundo. Perdón por ser el club profesional más antiguo de toda la región. Perdón, por supuesto, por jugar en el estadio más antiguo de España. Qué vida, de verdad. Perdón por Quini, ese provocador, o por Ferrero, Morán o Joaquín, que tal bailan. Perdón por tener una cantera, la de Mareo, que ha sido la referencia de tantas otras a nivel europeo y mundial. Perdón porque de ella han salido jugadores de dudosa talla internacional como Ablanedo, Juanele, Javi Fuego, Luis Enrique, Abelardo, David Villa? Perdón por esos tuercebotas. Por cierto, perdón también porque Mareo, además de jugadores, haya sido también la cuna de entrenadores como el propio Pitu, el mismo Luis Enrique, Juan Ramón Muñiz o un tal Marcelino García Toral. Perdón, coño. Y perdón, por supuesto, por haber subido en su día con "Los Guajes" batiendo un récord de imbatibilidad con amplia mayoría de jugadores asturianos.

Perdón por la afición del Sporting. Perdón por estar en Segunda y haber roto, por segundo año consecutivo, el récord de abonados de la entidad. Perdón por tener a más de 24.000 asturianos en las gradas cada 15 días. Perdón porque ellos, esos desalmados que se dejan demasiados euros anuales, no gozan de días del acompañante en días tan señalados como los derbis. Y perdón, claro está, porque, no contentos con aguantar a esa gente en El Molinón, acompañan al equipo de forma masiva en desplazamientos por toda España. Perdón por La Mareona. Perdón por no descender más allá de Segunda, perdón por no haber tenido un engendro y perdón por hacer coñas estando en Primera (como si en el 98 no se hubiera hecho al revés, claro...). Perdón por esa doble moral y perdón por la obsesión que nos impide entender que el Sporting de Gijón es el mayor de los males mundiales tras Donald Trump y Kim Jong-un. Perdón.

Ironías aparte (que en estos tiempos desgraciadamente hay que explicarlo todo), ojalá el domingo veamos un gran ambiente en el que cada afición anime con deportividad y que, al final del partido, sigan las coñas y las risas con sentido común entre unos y otros. Porque el Sporting y el Oviedo tienen motivos suficientes para demostrar que el asturiano, como me dijo Esteban en su día, es el mejor de todos los derbis de España. Abrazos a todos. Sonreíd. Disfrutad.