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Entrenador de fútbol base

El hueco del sofá

El Sporting parece haber activado el piloto automático en sus partidos como local

A todos nos gusta estar en casa. Nos gusta por el olor que nos llega cuando abrimos la puerta, por el hueco que, tras años de esfuerzo, hemos ido formando en el sofá o por la simple compañía de los nuestros en el desayuno. Casa es sinónimo de tranquilidad, seguridad, de confianza. Al Sporting de Baraja le encanta estar en casa. Y a Jony, también.

Los rojiblancos demostraron, una vez más, que en El Molinón son otro equipo. Los del Pipo parecen haber activado un "piloto automático", con el que ejecutar un plan que, como locales, está saliendo a la perfección. El Sporting fue mejor que su rival gracias al control de la posesión, su superioridad en el centro (con la entrada de Rubén dispuso de cinco centrocampistas) y porque tiene a Jony. Con la ventaja ya adquirida, dio un paso atrás, cedió balón al Numancia pero apenas sufrió para mantener el resultado. Lo amplió, porque tiene a Jony.

El de Cangas ha caído de pie en su retorno a Gijón, en su vuelta a casa. Con su llegada, además de volver a pertenecer al Real Sporting de Gijón, ha pasado a integrar otro curioso club capitaneado por Iago Aspas y con célebres integrantes como Jonathan Viera o Asier Illarramendi. Si bien el término "one club man" define a los jugadores que se pasan toda su carrera deportiva en el mismo club, se debería acuñar uno para aquellos que, como Aspas o Jony, necesitan sentirse en casa para rendir a su máximo nivel.

El extremo recuperó el sábado sensaciones de antaño. Lo hizo él, pero lo sintió todo el estadio. ¡Cuánto hubiera dado por estar en la butaca y vivir la explosión de júbilo de una carrera por la banda, de un regate, de un córner! Ese cosquilleo que se siente cuando, con diez metritos por delante, coge la pelota y encara a su rival. Desde tiempos de Abelardo (tenía que meter el nombre del Pitu para homenajear lo que está consiguiendo con el Alavés en Vitoria) no gozaba de esa experiencia el templo gijonés. Jony adora estar en casa.

Llegados a este punto, plantilla y entrenador deben dar un paso más. La evolución, derbi aparte, está siendo positiva. Las ideas del míster parecen haber calado en un vestuario al que únicamente -como si esto fuera sencillo- le hace falta emanciparse, volar, ser el mismo fuera de casa. Lorca será un lugar tan bonito como cualquier otro para comenzar una senda victoriosa lejos del hueco del sofá.

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