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Víctor Rivera

Análisis

Víctor Rivera

Un punto fatídico para el Sporting

Nada, que no hay manera. Ni siquiera en casa de un colista que encadena diez derrotas consecutivas y cinco partidos perdidos en su campo, el Sporting pareció un aspirante a la victoria. Ni con un penalti a favor, que parece más un castigo que una ventaja para los rojiblancos, supo el Sporting aprobar su asignatura pendiente. El fracaso es colectivo, desde el rácano planteamiento de Baraja, más preocupado de no perder que de sacar pecho, hasta la imagen de algunos futbolistas que muestran su cara B en cuanto se alejan de El Molinón. El Sporting dejó escapar ayer la enésima oportunidad de engancharse al pelotón de cabeza. Habrá más, porque la Segunda División es así, pero parece improbable que el Sporting sea capaz de aprovecharla alguna. Cualquier parecido entre el equipo de casa y la caricatura de los desplazamientos dista mucho de lo razonable. Si el fútbol es un estado de ánimo, el sportinguismo es, ahora mismo, una afición desilusionada.

Los bandazos tácticos de Baraja. El análisis de la trayectoria del nuevo Sporting de Baraja arroja más incertidumbres que certezas. La primera es que el técnico no tiene un plan concreto para los desplazamientos, que va aplicando el método del ensayo y el error, con más abundancia de estos. Baraja marcó desde el principio una frontera táctica entre el Sporting local y el visitante. En los cuatros desplazamientos que los rojiblancos han realizado con el técnico en el banquillo, Baraja ha empleado tres sistemas distintos con un saldo de un empate y tres derrotas. El estreno de Baraja a domicilio fue en Granada, donde el Sporting decepcionó con un 4-4-2. La mejor versión visitante de los rojiblancos con el nuevo técnico se produjo en Lugo, con un 4-2-3-1. Para el derbi ante el Oviedo, Baraja volvió a mostrarse ambicioso y repitió el 4-4-2 y ayer, en casa del colista, el técnico mostró su lado más conservador con un trivote en el centro del campo.

Con tres centrocampistas se juega peor. Dice el tópico que con más delanteros no se ataca mejor. Tampoco por amontonar centrocampistas el fútbol fluye. Lo demostró ayer el Sporting. El trivote escogido por Baraja estuvo más cerca de ser una solución proteccionista que creativa. Con Nacho Méndez de regreso al filial, Baraja alineó ayer tres veces al mismo futbolista. Con pequeños matices, Sergio, Álex Bergantiños y Hernán Santana son distintas versiones de un centrocampista común, de perfil defensivo, poco dotado para la creación y para dar continuidad al juego. Al equipo, como era de esperar, le faltó fútbol. Sólo los acelerones de Jony alteraron el pulso del sportinguismo, confirmando que cada ocasión era un motivo para tirar voladores.

Un penalti que sale caro. El extremo de Cangas de Narcea no se escapó a la maldición de los penaltis que persigue al Sporting esta temporada. Al Sporting le salió muy cara la que debería ser una gran noticia. El absurdo penalti cometido de forma flagrante por Digard sobre Nano Mesa tuvo unas consecuencias demoledoras para los rojiblanos. De entrada, perdieron a Nano en su primer partido como titular. Además, unieron a Jony a la larga lista de señalados por el punto fatídico.

Muchas novedades sin grandes cambios. Rubén Baraja sorprendió a medias con su planteamiento inicial, en el que tomó algunas decisiones difíciles de entender. Además del cambió táctico hacia el trivote, el técnico introdujo tres cambios en la alineación. El esperado regreso de Barba, la anunciada presencia de Hernán Santana y la soprendente presenciar de Santos exiliado en la banda derecha, como sustituto de circunstancias de Carmona, para hacerle sitio a Nano Mesa en la punta de lanza. Un quiero y no puedo que alteró a medio equipo.

Y al final, Mariño. La lectura positiva habla de la seguridad defensiva y de la portería a cero fuera de casa por primera vez en más de cuatro meses. Conviene valorar que el Sporting se enfrentaba a uno de los equipos más inofensivos de la categoría. Con todo, tuvo que aparecer Mariño que realizó un paradón abajo en un remate malintencionado de Dani Ojeda.

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