La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Víctor Rivera

El cielo puede esperar

El mejor homenaje a Quini sería una apuesta firme por Mareo

Hay citas que son ineludibles. Como la que tiene esta tarde el sportinguismo para honrar la memoria de su mayor símbolo, de su gran héroe, de su emblema. Es el primer partido en El Molinón-Enrique Castro, Quini. El primero sin la presencia protectora del Brujo en el estadio. Nadie puede fallar, porque todos estamos en deuda con él de alguna manera. Será un día de mucha emoción, de muchos sentimientos y de infinito respeto.

No hay duda de que Quini tiene un hueco reservado allí arriba. No puede ser de otro modo, al tratarse, antes que nada, de un hombre bueno. Me gusta imaginar a El Brujo pensando, como en la mítica película de Warren Beatty, que "El cielo puede esperar". Me gusta imaginarlo escapándose por una rendija para ver de cerca el partido del Sporting y ruborizándose al ver la emoción de su gente.

Hay muchas cosas que me gustaría que pasaran esta tarde. Que el Sporting se creciera y bautizara el nuevo nombre de su campo (el más antiguo de España) con una gran victoria; que marcasen muchos goles como tributo máximo al mayor especialista de la historia de la Liga. También me gustaría que la pena dejara paso a esa alegría que siempre contagió El Brujo, porque estoy seguro de que preferiría que lo recordásemos riéndose de alguna de sus pillerías.

Hay una última cosa, que quizá sea demasiado pedir, pero que creo que le haría feliz. El mejor homenaje sería una apuesta firme por los guajes. Empezando, por ejemplo, por Nacho Méndez.

Compartir el artículo

stats