Sólo seis jornadas, sólo seis partidos para marcar el ascenso directo o la promoción y, en medio de todo, la Segunda División, esa categoría que te hace estar en un pedestal una jornada, y te hace caerte a lo más hondo en la otra. La categoría de los contrastes, menos para el Sporting en estos últimos dos meses y medio, por lo que hay que valorar como se merece a la plantilla y al cuerpo técnico. Han conseguido entablar una regularidad escandalosa, no sólo en resultados, que todo el mundo ya sabe, sino en sensación de equipo muy difícil de ganar, con unos números defensivos de claro ascenso, empezando por el trabajo de la gente de arriba, hasta el portero.
Y aquí tengo que hacer mención especial a don Diego Mariño, el guardameta que te trasmite la tranquilidad de que si hay una situación complicada, de peligro, lo tienes detrás, como la última prueba casi inexpugnable. Su estado de forma ha sido clave para que el Sporting esté donde está. Esos puntos que ha salvado serán trascendentales al final del año (es una pena que no tenga tan buenas manos para jugar a la pocha).
En mi humilde opinión, va a ser cosa de tres equipos el ascenso directo. Aparte de nosotros, pelearemos con un Rayo Vallecano que se ve equipo sólido y con individualidades arriba que marcan la diferencia en la categoría y que, en los días colectivos malos, están apareciendo. Y por último, el Huesca, con un gran entrenador, Rubi, como siempre he dicho, y que ya no es una sorpresa que esté arriba, sino toda una realidad. Ha pasado su mala racha, ha pegado un golpe encima de la mesa en Tenerife y creo que tiene el calendario más "asequible'' (siempre entre comillas) en este tramo final de temporada.
Pero la gente en el vestuario sabe lo que nos jugamos, hay futbolistas con experiencia en la categoría y confío en el ascenso directo. No se van a ganar todos los partidos, pero si la dinámica del equipo continúa siendo la misma, tenemos mucho ganado. Primer y único pensamiento: el Albacete. Y no hagamos muchos cálculos más, porque no van a servir para nada. Dieciocho puntos son un mundo.
