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José Luis Salinas

Los dos "Oviedos"

Ya se lo preguntaba Anquela en la previa. ¿Qué Oviedo me encontraré? Pues a Pamplona viajaron dos "Oviedos". El de la primera parte, el que presiona arriba, el que va con todo pero con cabeza y el que saca el máximo provecho de sus escasas ocasiones. Es decir, el Oviedo de play-off, el que podría, incluso, hasta subir si se lo propusiera. El problema es que en la segunda parte salió el gemelo malo. El que ya no presiona arriba, el que se mete bajo palos y el que se dedica a achicar agua hasta que acaba ahogado. Vamos, el que no se merece estar allí arriba, el que ha tirado a la basura la temporada. Otra más. Y van tres.

Así no hay manera. Se daban todos los condicionantes para el batacazo. Un campo maldito en el que los azules no han ganado nunca. Unos resultados de los rivales directos muy favorables para los intereses carbayones. Pero es que el Oviedo no sabe competir cuando tiene el viento a favor. O a contracorriente o nada.

Anquela, por más pruebas que hace, no da con la tecla, y a estas alturas del campeonato quedan ya pocas notas por tocar y probar. Hay jugadores que no han dado el paso adelante que todos esperaban y en el césped son muy pocos los que mantienen la llama azul viva. El resto o no quiere o no puede. Ojalá sea lo segundo y no lo primero otra vez.

El Oviedo no sabe aprovechar sus oportunidades ni ante un flan como fue la defensa de Osasuna. Pero para poder hay que querer. O al revés. Sea como fuere los navarros embotellaron a los azules durante una segunda parte deplorable en la que el equipo andaba perdido. A uvas. A verlas venir. A merced de un rival entregado. Y van... En esto ya he perdido la cuenta.

Las matemáticas dicen que aún se puede, pero las sensaciones y los hechos demuestran que es imposible. Así que queda a su elección lo de confiar en los de Anquela.

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