Duele reconocer que en Europa no nos comemos una rosca. Hace 20 años España estaba bien considerada. Era en los tiempos de los Solana, Mayor Zaragoza, Almunia, todos de alto nivel.
Ahora nos queda un comisario (Arias Cañete) y De Guindos en la sala de espera. Mas, he aquí la sorpresa, el más inesperado notición: Wert, aquel calamitoso ministro que desatendió la Cultura, la Educación y el Deporte ha sido designado por Rajoy embajador de España en la Organización para el Desarrollo Económico, que ha caído muy mal al Cuerpo Diplomático, a la Oposición y al paisanaje en general. El sueldo es de 10.000 euros mensuales, mas gastos de representación, coche oficial mas chófer y servicio doméstico para un piso de 500 metros cuadrados que no todos los miembros de la "carriere" tienen.
Esta decisión del jefe de gobierno es inexplicable, pues todos los españoles conocen la ineficacia del susodicho Wert como ministro. Tal vez, dicen, el peor desde la Transición.
