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Lo que daña la vista

El respeto como base fundamental de la sociedad

Hace más de año, en primavera de 2014, un chico de 19 años se veía obligado a acabar una noche de copas y diversión en el hospital de Cabueñes con la mandíbula rota. Había sido víctima de una agresión homófoba. Después de años escondiendo su sexualidad a su entorno -y posiblemente también a sí mismo-, el joven decidió dar un paso adelante y habló libremente de su condición. Un conocido que lo escuchó -y para el que ahora la fiscalía pide cárcel- le reprochó que aireara sus preferencias sexuales como si estuviera orgulloso de ello. Y le propinó un puñetazo. El caso llamó la atención de toda la sociedad y puso sobre la mesa que el viejo axioma de que "en el siglo XXI no existe la homofobia" es una gran mentira. Muy extendida, pero falsa al fin y al cabo. Siguen existiendo los que condenan al diferente y los que viven su sexualidad en las sombras por miedo a un rechazo que en no pocas ocasiones ellos mismos practican de cara a la galería. Por eso de una sociedad moderna como presume ser la nuestra se debería exigir el respeto como norma fundamental.

La lección no la debe saber Carlos Zúñiga. El hombre que gestiona la plaza de El Bibio aseguró ayer que el Orgullo Gay hace daño a los niños. Quizá, estimado empresario, lo que hace daño a los menores no es ver a personas que reivindican sus derechos de la misma forma que se hace en todas las capitales europeas sin que en Francia o en Alemania se escuchen críticas como la suya. Puede, señor Zúñiga, que lo que haga realmente daño sea la intolerancia. Tanto la suya cuando presume que los menores pueden ver dañada su sensibilidad cuando ven a dos personas del mismo sexo disfrutando de su libertad, como la de quienes le insultan a usted llamándole asesino. Lo que no es de recibo es que reivindique el respeto menospreciando a personas que nada tienen contra su negocio. Aunque usted no lo crea hay homosexuales que van a corridas de toros. Y al teatro. E incluso al fútbol. Como hay rubios o pelirrojos que lo hacen. Espero que alguno de estos homosexuales le parara ayer en El Bibio durante la Feria de Begoña y le dijera que se había sentido ofendido por su comentario. Puede que entonces descubra que tiene homosexuales cerca. Y que no le dañan la vista.

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