La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El rock: la banda sonora del motor

El verano musical gijonés se cierra a lo grande en este primer fin de semana de septiembre con un programa repleto de conciertos para todos los gustos y en todos los formatos. Pero, sin duda, es el rock el que se impone, y lo hace a golpe de leyendas vivas de la escena nacional: Ariel Rot, Loquillo, "Los Rebeldes". No podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que en estos días se celebra la primera edición del "Gijón Moto Weekend". Y es que, desde su nacimiento, el rock siempre ha estado ligado al mundo del motor: a coches descapotables como los de James Dean, pero sobre todo a la moto de Marlon Brando en "Rebelde" y a las míticas Harley Davidson de "Easy rider". Rock y moto comparten velocidad, energía y sensación de libertad, y por eso son ya inseparables en cualquier evento de este tipo que se celebre.

Con la llegada de la noche comenzaba un maratón musical que el viernes se consagró a la vertiente más clásica del rock. El rock & roll, el rythm & blues y el rockabilly de los años cincuenta son los referentes para las bandas que se dieron cita en el recinto ferial Luis Adaro. El ritmo lo comenzaron a marcar los locales; los gijoneses "Javi & los Paramétricos" dieron vida a clásicos como "Return to sender" o "Ring of fire" con versiones en castellano. A continuación, los barceloneses "Mambo Jambo" desataron su característico sonido "jambofónico" a base de piezas instrumentales que mezclan los ritmos más vivos y bailables del jazz con el rock & roll; pura energía sonora con vibrantes pasajes de saxofón en manos de Dani Nel.lo y un directo contundente y lleno de movimiento, que empezó por los propios músicos en el escenario y se contagió rápidamente al público.

Cuando el ambiente ya estaba caldeado y los "Mambo Jambo" se despedían, llegó la lluvia; un cuarto de hora de chaparrón que no fue suficiente para enfriar el ambiente. Era el turno de "Los Rebeldes" y nada iba a aguar la fiesta. Carlos Segarra ejerció de capitán de un barco que vino cargado de rock & roll y que fue disparando, uno a uno, los grandes éxitos que hicieron bailar a todo el país en los ochenta y noventa: "Más sabe el diablo", "Un español en Nueva York", "Ma petite Michelle", "Mi generación"? La lista parece interminable y da buena cuenta de un grupo que lleva desde principios de los ochenta cosechando éxitos. No faltó la balada "Bajo la luz de la luna", ni su canción más celebrada, "Mediterráneo". Una auténtica fiesta, también para la nostalgia de un público generacional que había crecido con estos temas. La noche la remataron los asturianos "Embolados" en la carpa rock del festival.

Compartir el artículo

stats