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Crítica / Arte

Una visita al Barjola

"Objetos revelados". Esculturas de Enrique Carlón fotografiadas por Mara Herrero (hasta el 27 de septiembre).

Enrique Carlón López (León, 1952 ) vive en Asturias desde que vino de joven a estudiar Filología en la Universidad de Oviedo. Tal vez hubo influencias familiares en esta decisión, pues Enrique Carlón es por parte de madre sobrino del poeta Luis López-Anglada (1919-2007), Premio Nacional de Literatura en 1961. Ha sido profesor de Lengua y Literatura Española en el IES Fernández Vallín hasta su jubilación, hace poco tiempo. Ahora vive en Rali, pueblecito de Villaviciosa donde tiene su taller.

Confiesa Enrique Carlón que vive coleccionando objetos desde hace muchos años. Hierros o ladrillos que le sugieren figuras en la línea del más puro estilo surrealista de André Breton. Y los encuentra en dársenas de astilleros abandonados o en playas que contienen antiguos vertidos industriales. Objetos que no a todas las personas les provocan las mismas comparaciones e imágenes. Porque el inconsciente de los humanos almacena en el disco duro recuerdos comunes y otros mas personales. Y aquí está también el mar, siempre presente. La erosión marina de años sobre un hierro o un ladrillo es imposible de imitar.

Son 34 piezas y alguna de ellas recuerda esculturas en la línea de Julio González, el herrero que enseñó a soldar a Picasso en París y compone con sus hierros figuras en el aire. O de Giacometti. O sea, que enlazan muy bien con la historia de la escultura del siglo XX, cosa que Enrique Carlón no ha pretendido en absoluto, como él mismo declara.

Sobre estas piezas interviene la fotógrafa Mara Herrero, madrileña afincada en Asturias que vive en Las Regueras (Oviedo). Mara estuvo muchos años proporcionando imágenes para carteles, catálogos y publicaciones de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón. Y lo sigue haciendo para museos y páginas digitales.

Sus 34 fotografías, en mate sobre cartón pluma, una por cada pieza de Enrique Carlón, han sido estudiadas y meditadas por Mara Herrero hasta encontrar el lugar preciso que mejor les cuadraba, según sugerencias personales. De algunas piezas ha hecho tres o cuatro fotos. Pero de la mayoría , solo una y se le gusta, basta. Ahí está ese hierro que le sugiere una bailarina que gira sobre si misma, fotografiada sobre una huella de arena de playa muy particular y acertada. O la pelota de golf que compone sobre un agujero. O ese piano de juguete que lleva encima una muela de elefante. Según Enrique Carlón, la pieza responde al poema "El barco piano" del poeta simbolista francés Charles Cros. Y sin acuerdo previo Mara, ha fotografiado el piano sobre el mar. Piezas colocadas, pues, en su espacio justo, "maravillosamente real", dice Enrique Carlón jugando con el nombre de Mara Herrero.

"Cascada". Teresa Monforte (hasta finales de octubre).

Teresa Monforte (Avilés, 1941) ha montado una sorprendente cascada en la Capilla de la Trinidad, un espacio barroco muy potente donde han expuesto gente tan importante como Eva Lootz, Martín Chirino o Francisco Leiro. Un espacio que te devora si el artista no le hace frente con decisión y acierto, cosa que ha conseguido Teresa Monforte, que nos presenta aquí la obra de mayor tamaño de su vida.

Teresa Monforte ha descubierto nuevas materias escultóricas, ha sido tenaz en su formación tardía, asistiendo a exposiciones, cursos y talleres. Ha trabajado con lija industrial virgen sobre madera, barnices sobre madera, lija y madera con añadidos de fibra de vidrio, lija reciclada tras su uso industrial. En la muestra, "Naturalezas construidas. Beca Antón, 2008" del año 2011, colgaban hierros marinos de la playa del Cabo Negro, donde Ensidesa vertió toneladas de escorias y residuos transportados en teleférico a través de Valliniello y Podes. El reciclaje y el respeto por la naturaleza están en el alma del artista. Su muestra del año 2011 en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones de Avilés (2011), llevaba por título "Suave y áspero mundo".

De manera inquietante, sus obras de formas amables y suaves y de áspero tacto de lija, reflejan lo que sucede en nuestra sociedad de consumo. Ya nos hemos acostumbrado a ver y a escuchar tragedias cada día nuevas y sorprendentes, sentados en el butacón ante la pantalla. Consumimos a la vez tragedias brutales y comidas de diseño. Teresa Monforte, nueva y brillante artista salida del taller de Humberto, nos sorprende con su camino en cada exposición.

Esta su gran última obra, la "Cascada" en la Capilla de la Trinidad, realizada con lija industrial reciclada, tratada con fijador y barnices para que no pierda ni serrín ni el color de las maderas lijadas, baja en formas suaves cóncavas y convexas, pero ásperas al tacto, brutales en su amenaza, como si nos fuera a arrastrar en una potente riada de lija, una lija que nos desuella la piel del alma.

Entre el bajo de la obra de Teresa Monforte y el ático donde están las esculturas surrealistas de Enrique Carlón conviene visitar dos plantas intermedias con pinturas de Juan Barjola. Sólo con visitas tranquilas y espaciadas podemos ir entrando con llave propia en las pinturas de este tremendo expresionista español cuya obra tenemos de regalo en Gijón. Ahí están los caballos picassianos, las tauromaquias, las mujeres de los camerinos, las maternidades desoladas y los famosos perros de este pintor extraordinario.

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