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Asturias, España

Contra los separatismos desde el sentimiento de unión contra la amenaza exterior

Los asturianos nos sentimos asturianos con todas nuestras fuerzas, amamos a nuestra tierra con intensidad, tanto que muchas veces nos duele lo que algunos consiguen destruir pero, al mismo tiempo somos españoles y amamos a España con la misma intensidad. Nos sentimos orgullosos de ser asturianos y españoles a la vez. Por eso decimos frecuentemente "Asturias es España y lo demás tierra conquistada". Esta frase tenemos derecho a decirla porque fuimos nosotros los que empezamos a reconquistar España.

Nuestra tierra estaba sometida al yugo de los moros que habían cruzado el Estrecho y conquistado y arrasado todo lo que encontraban a su paso; menos a nosotros porque cuando llegaron a nuestras montañas se encontraron a la horma de su zapato, el rey Pelayo, bueno no era rey pero llegó a serlo por su bravura y la de sus hombres. Los asturianos somos bastante pacíficos pero cuando se nos ponen farrucos respondemos. Podemos imaginar la batalla de Covadonga, de la que hay muchas teorías y ninguna muy exacta. Yo veo una tarde tenebrosa, una tormenta de abrigo en la que era de noche a las cinco de la tarde, los moros vienen ligeros para acabar de una vez con el último reducto y se encuentran con aquellas montañas gigantescas, con la oscuridad sólo iluminada por los relámpagos, no ven nada, sólo caras fantasmales que les lanzan piedras y todo lo que encuentran, empiezan a ser diezmados y no saben a quién contestar, sus cimitarras, espadas, cuchillos no les sirven de nada, muchos caen y los otros deciden retirarse, al principio en orden pero después huyen despavoridos.

Así empezó la reconquista de España, no fue un proceso fácil, duró siglos en los que se avanzaba y se retrocedía, tierras calcinadas, pueblos arrasados, miles de muertos pero con los Reyes Católicos se termina la ingente tarea y España, por fin, es libre. Ayudó la visión de la reina Isabel la Católica que estaba decidida a echar a los moros y lo consiguió. Fue una de las mujeres más valiosas de la historia de nuestro país, si no hubiera sido por la cantidad de confesores que tuvo y que no hacían más que confundirla, hubiera sido la mejor reina del mundo.

A la muerte de la reina hubo algunos problemas, muchos españoles no querían a Carlos, nieto mayor de los Reyes Católicos como heredero, no en vano se había criado en Flandes y en la corte de su tía Margarita, por lo que no sabía nada de España ni el idioma. Hubo escaramuzas entre Aragón y Castilla. Paro con Felipe II la unión de España se consolidó.

Durante muchos años España fue la más importante potencia mundial. Quizás hubiera seguido siendo así si Felipe no hubiera gastado nuestros dineros y nuestros hombres para defender y extender el catolicismo, qué manía de querer obligar a los demás a qué piensen como tú. Si se hubiera quedado en España, gastando el dinero en mejorar nuestros pueblos, nuestros caminos, nuestras gentes, seguro que habríamos vivido años de prosperidad.

España ha permanecido unida durante mucho tiempo, las cosas no fueron fáciles, la vida nunca lo es. Pequeñas batallas, peleas entre unos y otros, pérdida de las colonias etc... pero pese a todo seguimos siendo un país unido.

Y ahora, en un momento en que deberíamos unirnos contra las presiones del exterior, las crisis, a unos cuantos les da por separarse. Por renunciar a ser españoles, lo más bonito que se puede ser. A mí me atacan los nervios, me tienen aburrida, todo el día en los medios de comunicación, los catalanes, los vascos, los gallegos. Para mí que se ha apoderado de ellos una locura que espero sea transitoria. Porque los españoles estamos hasta el moño de ellos, están consiguiendo que les tengamos manía. Claro que ellos no tuvieron el honor de empezar la Reconquista. Ahora Asturias está recibiendo su, los turistas nos han descubierto, este verano todos los hoteles y restaurantes llenos y todos encantados de habernos conocido. Han descubierto nuestros paisajes, nuestra comida, nuestra hospitalidad y quedaron encantados de que compartiéramos el mismo idioma. ¿Habrá que empezar otra reconquista?

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