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Profesor de Geografía e Historia

Enseñanza y fronteras

Menos indignarse y más promover soluciones necesarias y eficaces

Se inicia un nuevo curso escolar en el cual se mantienen vicios y carencias clásicos. Uno arrastrado desde siempre en España es la falta de una ley educativa consensuada en sus líneas básicas, al margen de los vaivenes partidistas a cada cambio de gobierno. Genaro Alonso, consejero de Educación asturiano, dice que desea que este mismo curso se derogue la LOMCE (la ley de Educación del PP), enésima reforma de la reforma educativa. Está en su derecho a desearlo e intentarlo si no le gusta. Cosa distinta es pretender boicotear o saltarse la legalidad democrática vigente. En algunos casos en algunos departamentos tuvimos que elegir los libros de texto, para este nuevo curso que se inicia en septiembre, a finales del curso pasado en junio de 2015, cuando aún no se habían publicado en Asturias los currículos oficiales (contenidos de las materias). Como puede suponerse en el caso de Historia no cabrá achacarlo a cambio producidos en nuestros últimos meses en la revolución francesa desde 1789 o las primeras revoluciones industriales? Tampoco se sabe que va a pasar con la paga extraordinaria que nos "suspendieron" -que no "eliminaron"- a los funcionarios asturianos autonómicos (sanidad y educación, sobre todo), y decían nos la devolverían al recuperarse el crecimiento económico. A los funcionarios estatales al parecer se la van a devolver en un 50% el próximo enero de 2016, un mes después de las elecciones generales. Si es así, como puede confirmarse, no todos los funcionarios de la administración tienen los mismos derechos en España, dependiendo del nivel administrativo para el que trabajen.

Mientras discutimos el nombre de la asignatura de 4º ESO, si debe llamarse Ética, Educación para la Ciudadanía, Valores Constitucionales o Derechos Humanos, si debe ser alternativa a la religión católica y optativa u obligatoria, tenemos millones de personas en el Sahel africano queriendo huir de la miseria y en Próximo Oriente queriendo huir de las guerras, de la dictadura socialista siria y del Estado Islámico imperialista, y con la Unión Europea sin presuntas fronteras interiores, sin saber cómo coordinarse en su perímetro y en su política exterior común. De poco sirve el nombre de "Unión" si lo que prima son los intereses de la tribu. Habría que añadir otra frontera y otra burocracia si ganaran en su proyecto hacia el neo-feudalismo los secesionistas catalanes después del 27 de septiembre (elecciones autonómicas) y 20 de diciembre (elecciones generales). Y cabe preguntarse, ¿pueden decir que han ganado si no sacan más del 50% de los votos? Pero además un gobierno no es democrático solo por haber ganado unas elecciones. Hitler y los "nazis" (abreviación de nacional-socialistas), ganaron las elecciones en 1933 en Alemania e implantaron una dictadura. Suele olvidarse que para tener una verdadera democracia o gobierno del pueblo, este debe tener capacidad de elegir, renovar o revocar a sus gobernantes "periódicamente", y además de respetar las minorías a la mayoría o minoría mayoritaria, también esa mayoría debe respetar a las minorías, pues en otro caso lo que hay es abuso y tiranía de los de arriba, muchos o pocos.

"La democracia es un valor universal basado en la voluntad libremente expresada por los pueblos de determinar sus propios sistemas políticos". Así la describen las Naciones Unidas coincidiendo con, este martes 15 de septiembre, la celebración del Día Internacional de la Democracia. Pues bien, resulta que en 2015 y después de las transiciones democráticas latinoamericanas de finales del siglo XX, y de las primaveras árabes de principios del siglo XXI, solo consideran democracias plenas un 14% de los estados, liderados por Noruega, Suecia y Nueva Zelanda, por un 31% de estados autoritarios, liderados por Corea del Norte, República Centroafricana y Siria. La Declaración de independencia de EE.UU. de Norteamérica proclama que el fin de los gobiernos es propugnar la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad de las personas. ¿Se puede impulsar la búsqueda de la felicidad en un contexto de guerras, persecuciones, fronteras y discriminaciones? Necesitamos un gobierno democrático, no solo europeo sino también mundial, capaz de dar prioridad a las personas sobre las tribus. Los partidos políticos caciquiles son los señoríos feudales del siglo XXI en Occidente. ¿Cómo haremos para ponerle el cascabel al gato? Preguntó el ratón sabio. Para avanzar y llegar a algún sitio, hay que atreverse a dar los primeros pasos.

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