Hay que reconocerles a los profesionales españoles del Derecho una especial habilidad para ir con los de la feria y volver con los del mercado. La consideración viene a cuento con la historia que se cuenta en la página tercera de este periódico: el abogado que lleva un pleito millonario contra El Musel ha sido fichado por Puertos del Estado para dar cursos. Por la mañana pleitea contra El Musel, contra Puertos del Estado, y por la tarde da cursos en esta institución. Seguro que no hay incompatibilidad por ningún lado, pero el caso falla, por lo menos en la cuestión estética. Ni ética ni estética existen en pleitos en los que ilustres letrados pleitean contra particulares a los que quisieron estafar y los letrados se alían con sus colegios profesionales que, a ver, informan a su favor y que, claro, orientan las consiguientes sentencias. Curioso mundo el del Derecho, que muchas veces justifica aquel refrán gitano de los pleitos que tengas y que ganes. Las ganas.