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Tormenta de ideas

Filias

Las cosas que me gusta hacer y que me hacen feliz

La semana pasada les hablaba de mis fobias. Permítanme que esta vez les hable de mis filias. Es decir aficiones o atracciones a determinadas realidades o situaciones. O sea lo contrario de las fobias. Pues mi filia principal, creo que a estas alturas todos ustedes lo saben, son mi familia. Son la filia que me trae loca especialmente ahora con un nuevo miembro que me recuerda tiempos maravillosos y encima sin la responsabilidad de educarla que para eso están sus padres. Ese olor a bebé, sus risas, su sueño, ese pelo rojo, esos ojinos que me recuerdan a su padre, absolutamente todo. Es ahora una de mis filias preferidas. Mi familia actual y la otra, la que me ha formado.

Me encanta cuando alguien me dice cómo eran mis padres, lo que los querían, cuando lloran acordándose de ellos, como me ha pasado el otro día en la cola de un comercio. Una señora se acerca y me habla de mi madre. Es la mujer de uno de los "hijos adoptivos" de mi padre, ésos que él entrenaba en el campo y en la vida y que eran parte de nuestra familia. Y me dice que ella está ahora como mi madre, a la que recuerda con lágrimas diciéndole que sabía que perdía la batalla, con un cáncer de mama. Y aprovecho, octubre es el mes del cáncer de mama... y le digo que ahora ya no es una sentencia de muerte, que mi madre no hacía prevención, que la quimio casi empezó con ella, que han pasado 33 años y que ella se curará como tantas otras amigas, mujeres maravillosas, valientes que le plantan cara y que ganan.

Estos días he ido a mi revisión. Y de verdad, iba sin miedo, porque sé que se puede, que si hay prevención y vas todos los años como hago yo, con mamografía y ecografía, es más probable que de aparecer algo sea controlable. O al menos eso creo sentada en aquella sala esperando que te digan si todo está bien o no... Pero dejémonos de tristezas... iba con mis filias. Adoro las comidas en las que estamos todos juntos, que por desgracia son pocas, pero me hacen inmensamente feliz, aunque se pasen la sobremesa metiéndose conmigo, cosa que también me encanta porque sé que lo hacen con cariño (eso espero); me chifla estrenar ropa, aunque sea una camiseta y tengo la manía de no hacerlo salvo que vaya con él... qué tontería... ahora que lo pienso eso es una manía. No puedo estrenar nada si él no está conmigo, no me hace tanta ilusión...hay que ser rara, ahora que lo pienso.

Me chifla y es verdadera filia, cantar aunque jamás me sé la letra, pero no puedo evitarlo, me gusta todo tipo de música, pero mucho más cantarla, de no ser psicóloga me hubiera encantado ser cantante... aunque no me hubiera atrevido posiblemente. Con mi familia, ya saben, mi otra filia es mi trabajo. Y eso que cada día me resulta más complicado porque los casos que llegan son terribles, porque la vida es complicada y hay mucha gente sufriendo ahí fuera y aquí dentro.

Y no soporto el sufrimiento ajeno, me siento totalmente responsable aunque no lo sea y lucho hasta la extenuación... y después de una de esas tardes horribles, en las que has visto llorar al padre y al hijo...llegar a casa, tirarte en el sofá y ver una de tus series preferidas como Veep, y reírnos los dos hasta que nos caen las lágrimas, es sin dudarlo mi filia diaria que me devuelve la ilusión y las ganas de levantarme al día siguiente...eso sí, sin planes de futuro. Me conformo con abrir los ojos cada día. Esa es mi filia preferida. Vivir. Ni más ni menos.

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