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Halloween: ¡Que viva el vino!

Vale, lo acepto. Esto es Halloween. Hemos aceptado la costumbre americana y nuestras calles, niños, y no tan niños, se llenan de monstruos, brujas y calabazas. Todo es terrorífico porque así debe ser, es lo que celebramos... y desde luego lo es. Aunque es una costumbre mayoritariamente adoptada por los países anglosajones, nosotros no les vamos a la zaga, que, oigan, aquí mismo, en Gijón, sabemos mucho de congresos de muertos vivientes que ya es la releche. Después de eso ya no podemos pedir más. Bueno, sí, podemos pedir que nos digan que todo produce cáncer, que ya es la monda.

A mí, qué quieren, no me afecta tanto porque soy más bien de dieta mediterránea, pero a los yanquis, a ellos, esto les va a amargar la fiesta. Que ahora les digan que no pueden comer hamburguesas ni salchichas, vamos, es ya para suicidarse en masa. Porque lo que tenemos claro es que en la noche de Halloween, además del truco o trato, se ponen pero finos de comida basura a la que están más que acostumbrados... Y a la que por cierto nosotros cada vez adoptamos más como nuestra.

Y van y para meternos más tensión en el cuerpo, como si estuviéramos relajadinos, nos dicen que todo, pero todo, puede producir cáncer. Les faltó examinar la famosa mantequilla de cacahuete, con la que siempre se hacen unos sándwiches que dan asquito, y que seguro que sana sana no es. A lo que iba. Que la carne procesada no va bien, pero, oigan, que el vino, estupendo. Es cardiosaludable, una copita al día de vino tinto hasta adelgaza (que lo leí yo), así que nos daremos al alcohol, que más nos vale para olvidar todo lo que estos días tenemos que oír y ver. Y pienso yo que ya que por fin se unen el partido en el poder y la oposición, pues que brinden de una puñetera vez por una unidad que tenían que haber mostrado a esta España nuestra hace mucho, pero mucho tiempo. Que se pongan de vino español hasta las trancas (nada de cava de momento), den un golpe en la mesa y metan a todos los golfos que se lo merecen en la cárcel y que devuelvan todo lo que han robado. Me da auténtica vergüenza ver el desparpajo con el que se desarrolla el tema Pujol sin que ninguno de ellos haya puesto su zapatito de Prada en el calabozo. Es algo totalmente inaudito, amparado por todos los gobiernos que han sido y son. ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no están todos en la cárcel? ¿No había indicios suficientes? ¿Alguien piensa que pueden encontrar algo después de tantos meses? ¿Por qué esta justicia es tan diferente para unos y para otros?

Unos van a la cárcel por robar para comer y otros coleccionan coches fantásticos con nuestro dinero, y así meses y meses. Y yo, qué quieren, he oído hablar de la Gürtel hasta la saciedad, a todo el mundo, de la "Púnica", de los Eres (menos, pero también) y todos son unos ladrones que además de pasarse la vida en la cárcel deberían responder con todo su patrimonio y devolver lo que nos han robado. ¿Qué pasa entonces en Cataluña? ¿Es de verdad territorio sin ley?

Parece que ellos así lo creen y yo, dados los hechos, también estoy empezando a creerlo. Que declaren la independencia contra el deseo mayoritario de sus gentes, puesto que perdieron el plebiscito, que no habrá huevos para aplicar el artículo 155. No los hay, porque nunca los ha habido. Salvo que en vez de una copa, nuestro presi y su oponente se cojan una buena cogorza que les dé el valor que parece les falta. Así que por mí que corra el vino, porque yo por mi parte brindaré por todos estos zombis políticos, muertos vivientes, que como tal consideraré cuando me toque votar. Feliz Halloween.

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