Alguien comentaba que desde la visión de Roldán en la orgía con las prostitutas rumanas no se había visto nada parecido. Se refería a las dos fotografías que este periódico colocó ayer en su primera página, calificadas por el exalcalde capitalino, uno de los protagonistas de una de ella, como broma juvenil. Las fotografías ilustran, con broma o sin ella, un estilo que se suponía desaparecido de la vida pública y de sus protagonistas. Viajar a Tampa para hacer peinetas o enseñar billetes de un dólar muestra un talante muy poco acorde con la exigencia exigible a un responsable político. Hay cosas que reflejan una situación de deterioro indiscutible. Hay cosas y fotos que merecerían el comentario de un Romanones, aquel que, enterado de que en contra de lo que le habían prometido los académicos no logró un voto para ingresar en la Academia, dijo la memorable frase de "qué tropa, jo..., qué tropa". Pues eso, qué tropa.
