La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tormenta de ideas

La carrera más difícil del mundo

Me parece absolutamente imprescindible. Marina es un referente en la pedagogía en este país y el hecho de que el gobierno le haya pedido consejo me parece que es algo que se debería haber hecho hace mucho, pero mucho tiempo. Su propuesta de premiar a los mejores profesores entiendo que puede resultar como mínimo incómoda para algunos docentes.

Un profesor de psicología al que admiro hablaba de docentes decentes. Y los hay. Por supuesto. Pero también es cierto, y por desgracia lo veo a menudo, que muchos otros no están por vocación, sino porque en algunos casos es la salida que tenían para quedarse en su ciudad, porque no entraban en otro sitio, por el novio o novia, o simplemente porque la carrera era más "fácil". Y es que en mi opinión es la carrera más difícil del mundo. No se trata en absoluto de tener conocimientos, ni siquiera de saber transmitirlos a los alumnos adecuadamente. Qué va... Se trata de piel, de emociones, de sentimientos, de una total entrega, de amor por los niños y los adolescentes, algo que no es nada fácil y para lo que indudablemente hay que tener algo más que un título que faculte para impartir clases. Implica trabajar con algo tan delicado y maravilloso como son pequeñas personas, a las que tú mismo (fíjense qué responsabilidad) puedes ayudar, junto con su familia, a formar con una personalidad que haga que nuestros niños sean hombres y mujeres de bien, estudien más o menos, que por otra parte todo va muy unido.

Y para eso se debe continuar constantemente con una formación que, por desgracia, no todo el mundo continúa. Una vez que se tiene la plaza, pueden pasar años sin reciclajes, porque no interesa y porque desgraciadamente en algunos casos, esos niños, esos jóvenes, son solo números en una clase, no existen, sólo sus exámenes, sus resultados. Sé (¡cómo no lo voy a saber!) que estos últimos años las leyes van de mal en peor. Que se cambian y vuelve loco a todo el entramado escolar, desde la dirección hasta el último niño. No se premia el esfuerzo y se entierra a los docentes decentes en el papeleo y la burocracia que hace que muchas veces, simplemente, no puedan con todo. Por eso cada vez es más necesario un gran pacto de educación. ¿Es posible que algún partido político no quiera que nuestros niños sean felices en la escuela, que sean educados por los mejores profesionales, que sean emocionalmente inteligentes o que estemos a la cabeza en resultados académicos? Esto requeriría que nuestros alumnos estudien porque alguien les motiva, les empuja, les ayuda... Y para esto, tiene razón Marina, tienen que estar motivados, ellos, nuestros profesores. Y tener incentivos aquellos que se dejan la piel cada día por los chavales, en oposición a aquellos otros que dejan que los años pasen esperando amargados la jubilación. No es fácil. Lo sé. Pero esta es una carrera vocacional, exclusivamente.

Nadie puede ni debe enfrentarse a dos docenas de niños en una clase si no está fuerte física y psíquicamente, si no cree y ama lo que hace, si no se empeña en sacar adelante a ese niño que lo tiene todo en contra en casa para poder llegar a algo, y que como profesor o profesora, está empeñado en conseguir. Y él sabe cuando su profe tira de él, y nos lo dice: que le ha salvado, que esas conversaciones le aliviaban otros dolores, que era un bálsamo para sus heridas, y que gracias a su ayuda ha logrado salir adelante. Por eso es tan importante ese libro blanco... Un libro que sea blanco blanco, sin manchas, que sirva de apoyo a todos aquellos que han escogido esta maravillosa profesión, con tantos retos, pero también tan gratificante cuando realmente se hace bien.

Insisto, siempre lo digo: en un profesor la herramienta de trabajo son nuestros hijos... Si se rompen, no se pueden reemplazar, no se compran, no se pegan cuando saltan en pedazos, no se puede porque hablamos de almas, porque hablamos de ellos, de nuestros hijos, que son todos y cada uno maravillosamente diferentes.

Compartir el artículo

stats