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Musicólogo

Un jazz de texturas y detalles

La semana del jazz llegaba a su fin. Después de cuatro días con artistas de líneas muy diversas, el remate no podía caer en convenciones. "Gogo Penguin" se ocupó de demostrar que el jazz encaja perfectamente con el trip-hop sin necesidad de sintetizadores o bases electrónicas. Piano, batería y contrabajo (todo instrumentos acústicos) fueron las armas de estos británicos para presentar un repertorio de creación propia que es todo un soplo de aire fresco para el jazz del siglo XXI. Lenguajes bien digeridos, bien asimilados, y gusto por los detalles, que parecían naturales interpretados con la solvencia de estos músicos.

El recital se estructuró en varios temas, pero en el orden del repertorio había cierto grado de totalidad, como si fuera una única pieza con diferentes movimientos. El primertema emergió desde abajo, creciendo a base una suma de texturas que fueron creando el ambiente que imperaría durante todo el concierto. Calma, sosiego y detalles de color en todos los instrumentos sobre una sólida base armónica de grados fundamentales. Es una música que necesita tiempo para desarrollarse, en la monotonía de su fundamento se encuentra la clave para que el espectador se vea atrapado por el sonido, por el juego de intensidades o por los patrones rítmicos estables.

En el aire también había cierto regusto del rock de los años noventa, con pasajes de contrabajo con arco para asentar con más fuerza la ya rígida estructura armónica. Sonaron temas de sus tres álbumes, algunos de ellos realmente evocadores, como "Fading, fading",un corte aletargado de reciente creación que mantiene al oyente siempre a la espera, con la expectativa de lo que vendrá a continuación, hasta que la pieza se apaga sin resolver. Otros temas resolvieron con cadencias preparadas que podrían haber despertado la envidia hasta del Beethoven más cadencial. Espectacular.

Fue un concierto de conjunto, sin jerarquías entre instrumentos, cada músico tenía algo que decir en todo momento, y siempre era para contribuir al conjunto, no para centrar el protagonismo. El jazz de "Gogo Penguin" es claramente británico, encierra un lenguaje que lleva varias décadas destilándose en la isla en el ADN de diversos estilos como el rock, el pop o la electrónica. Este trío de Manchester lo ha llevado por el camino del jazz, y el resultado no puede ser más prometedor; en tres años de carrera han conseguido fichar por Blue Note Records y convertirse en la promesa de la actual escena jazzística británica. A juzgar por lo visto el pasado domingo en el Teatro Jovellanos, este grupo aún dará mucho que hablar en los próximos años. Conviene no perderlos de vista.

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