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Calle Merced

La calle Merced es una de la más reconocidas del callejero del Gijón, no sólo porque es céntrica, recogida y muy transitada, sino porque evoca épocas en las que las instituciones como la Orden de la Merced o la de San Agustín tenían una reconocida aceptación entre los gijoneses por la gran labor que desarrollaban. La Orden Merced, fundada por San Pedro Nolasco, se dedicaba al sacrificado apostolado de la redención de cautivos en tierra de moros. Llegaba a tal punto su misión que con frecuencia los mismos mercedarios ocupaban el lugar de los cautivos en las terribles mazmorras. Cervantes, quien sobrevivió y pudo escribir El Quijote gracias al rescate mercedario, fue el preso más ilustre, liberado de la terrible esclavitud por los frailes de la Merced.

Ahora, por lo que dicen que van hacer algunos concejales novatos, la marca blanca podemita en Gijón, y en postura premeditada intenta implantar la nomenclatura laicista. Quieren que la calle con la se identifican las muchas mujeres que lleva con orgullo el nombre de Mercedes las familiares y queridas "Merches", cambie de nombre. Parece ser que el motivo de tal mutación es un ajuste de cuentas con el PSOE, quien según dicen, se negó por maniobra torticera a dar el nombre de una calle al que fue primer alcalde de la democracia, el socialista Manuel Palacio. Mario Del Fueyo, con su peculiar facundia oportunista, apela a la deuda histórica que la ciudad tiene con Palacio. No seré quién entre en las deudas históricas con nada ni con nadie, pero no es de recibo despojar a Gijón de su nomenclatura histórica callejera, con capciosos sofismas que ocultan meridianas intenciones laicistas negativas, como se ve todos los días.

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