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La esquina

Heredar aquí es arruinarse

En Argentina cuando alguien quiere descalificar a alguien dice de él: "Con ése no voy ni a heredar". Pues algo así habrá que decir del actual Gobierno del Principado, que, en contra del buen sentido, no sólo no reduce el impuesto de sucesiones sino que lo va a incrementar, aunque para ello intente algún que otro disfraz con las historietas de las grandes herencias y las pequeñas herencias. Hoy en Asturias una herencia es una ruina. Las grandes herencias se van a Madrid, donde no se paga un euro cuando un familiar fallece y deja a sus herederos lo que ganó con su esfuerzo o a su vez heredó. Madrid tiene un paro muy bajo con relación a Asturias. La vieja tesis de que los nietos terminan con los capitales formados por sus abuelos es una triste realidad asturiana. Escribir es llorar; heredar es arruinarse. Y los gobernantes asturianos, obligados por aliados de ocasión, siguen erre que erre empeñados en que los asturianos se arruinen.

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