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Todos a una

Cuando, en la madrileña calle de Claudio Coello, el almirante Carrero Blanco levitó, el Caudillo, por la gracia de Dios, dijo con su meliflua voz: "No hay mal que por bien no venga". Hombre, reconozco que con el dictador jamás tuve empatía alguna pero esa enigmática frase viene como anillo al dedo a lo sucedido en y con la gijonesa calle de La Merced. Una vez paralizada, en cuanto ubicación, la grotesca decisión consistorial yo me quedo con tres cosas positivas: es evidente que el pueblo soberano, si se moviliza, es mucho más fuerte que el grupo de concejales electos en listas cerradas. En segundo lugar la elegante, sincera y poco usual explicación de Mario Suárez del Fueyo reconozco que me ha parecido encomiable y de chapeau. En fin, ya para acabar, lo mejor de la historia es que no conozco a nadie que esté en contra de darle un espacio público al exalcalde José Manuel Palacio. Así que "pelillos a la mar", gracias por rectificar y, todos a una, a elegir el lugar adecuado. Que así sea.

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