Se conoce que los profesionales que colocan los adornos luminosos navideños que adornan algunas de nuestras calles no son de la localidad, porque en plena avenida de Álvarez Garaya se descolgaron con un glorioso "Jogin" con la loca tipografía del logo turístico de nuestro querido pueblo. O eso, o se trata de un graciosillo local, cuestión más improbable. Son las cosas de la globalidad. Seguro que el contratista y su personal son gente de allende Pajares y no saben si están poniendo las luces de Gijón o de Cartagena. Ahí queda la anécdota para sacarnos una sonrisa en estos tiempos tan cariacontecidos. Seguro que los de la marca blanca edilicia de Podemos pone una moción o pide una comisión de investigación ante tan llamativa nominación de la ciudad.
Andan los munícipes como el operario de los luminosos, sin saber muy bien en donde colocarse. Por ejemplo, ahí tenemos a los de izquierda Unida que no saben si son o están. Ahora, les toca renegar de los proyectos urbanísticos para Cabueñes, después de unos años conformes con el plan, uno de estos días atrás se nos descuelgan con que no, que no les gusta, que no están conformes y que se retractan. Probablemente se trate de una fina estrategia política que los vulgares somos incapaces de comprender. De momento, sólo alcanzamos a contemplar una exhibición descarada de incoherencia sin otro fin ni tan siquiera de carácter electoral. Pero así de inconsecuentes son las formaciones minoritarias. Como son pocos y se les nota menos, parece que pueden hacer o decir cualquier cosa sin que ocurra ningún terremoto.
Enfrascado el gobierno municipal en la denuncia del pretendido cerco a Gijón por parte del gobierno del Principado, debido la cuestión, dicen, del diferente signo político de ambas instituciones, la consistorial y la regional, ni tan siquiera el plan urbanístico local les trae demasiado preocupados. Ellos, los del Foro, versión couto-moriyonista, se enfrascan en su particular visión de cómo hacer su parte de la campaña electoral a las generales y, de paso, cubrirse las espaldas ante los inevitables futuros fracasos que coleccionará su mandato: la culpa será del gobierno regional y todos tan contentos.
No se votarán nuestros presupuestos hasta justo un día después de las elecciones, así que todo movimiento previo durante estos días tendrá ese fondo un tanto incómodo de interpretación. Hasta incluso que la inefable ministra popular, a la que Foro se ha coaligado sin estar del todo, pero estando, se nos descuelgue uno de estos días con algunas de sus cositas sobre el plan de vías, es decir, con otra entrega de la enorme tomadura de pelo que su ministerio de Fomento, el gobierno de España comandado por Rajoy, al fon y al cabo, nos está sometiendo a los gijoneses.
Merecemos ser "Jogin" y que nos lo pongan en letras bien grandes y con profusión de luz. Tragamos con todo y ya da igual hasta como nos llamen. Que lo hagan como les apetezca a los unos y a los otros mientras a nosotros no se nos olvide, de momento lo que somos. Hemos aprendido a tener paciencia. La ciudad ya fue arrasada a finales del XIV y se levantó de nuevo, así que bien podemos aguantar, y seguro que renaceremos, de esta nueva pasada por la mediocridad.
Nos aplicaremos en la resistencia, que es en lo que estamos, hasta con la reaparición de ese abominable bardo que es Carlos Rubiera nada menos que en el noble escenario del Jovellanos, y pasada la ola comenzaremos la reconstrucción, que siempre es cosa más agradable.
