Seguimos a vueltas con las ocurrencias educativas para mejorar la enseñanza, a modo de panaceas de despacho. Quieren implantar un MIR docente (¿"Mirlo blanco" educativo?), de siete años y dos pruebas selectivas para acceder a la docencia en España, con tres años de especialización tras los cuatro años del Grado universitario, consistentes en un máster pedagógico de un año y dos años de prácticas docentes retribuidas. La cuestión no es principalmente de cantidad, sino de calidad: ¿Enseñando cómo? ¿Aprendiendo para qué? Propone el pedagogo José Antonio Marina, autor del libro blanco para la mejora de la educación que los profesores más capaces vayan a los centros más conflictivos. Ello plantea varias cuestiones, ¿quién decide quiénes son los profesores "más capaces" y cuáles son los centros "más conflictivos"? Esa redistribución del profesorado en primer lugar: ¿es legal? ¿Pueden decirle a un funcionario con plaza fija por méritos propios en Oviedo o Gijón que se vaya a un centro alejado e incómodo? ¿Esa reestructuración sería obligatoria o voluntaria? Si es voluntaria, por qué va a querer irse un profesor "mejor" por serlo a un centro "peor": ¿estaríamos castigando el mérito docente? Frecuentemente sucede al revés, en la medida en que los docentes van acumulando antigüedad y méritos, en los concursos de traslados tienden a pedir centros más próximos y tranquilos. Y si se tiene en cuenta a la hora de ser evaluado y retribuido, ¿cómo se objetiva la conflictividad según casos de alumnado?
Hay que tener las metas claras y los caminos factibles. Con tanta "Reestructuración" (Perestroika, en ruso) la URSS se fue al garete al final del siglo XX. Es un concepto que usó y abusó Gorbachov en la antigua Unión Soviética y el resultado de su "buenismo" sin tener en cuenta la complejidad de la realidad fue que resultó contraproducente, y contribuyó a la ruina y quiebra del estado socializador: la economía productiva se desplomó y el territorio se fragmentó en 17 nuevas naciones, la mayor de ellas Rusia que ha ocupado su puesto permanente y con derecho a veto - o sea, privilegiado y antidemocrático- en el Consejo de Seguridad de la ONU. En la interinidad, la URSS dejó se der comunista de mercado planificado, aún no era capitalista de libre mercado, y en la práctica era un caos. Otro tema de actualidad es el aumento de la edad de escolarización obligatoria hasta los 18 años. Ello implicaría un gran aumento de la oferta educativa: más opciones y presupuestos, adaptados a itinerarios con diversas salidas laborales. No se puede tener en clase teórica a alguien de 17 y 18 años obligado a estudiar lo que no le impulsa en la práctica. Cada persona tiene unas aptitudes y unos intereses distintos. Planificar o imponer la igualdad de resultados en la enseñanza no lleva a la justicia sino al caos en el aula. Juntando varios alumnos muy disruptivos en un mismo grupo no se integra a los conflictivos, suele suceder al revés: se estorba o impide la enseñanza de la mayoría que quiere aprender en clase.
Han decidido cerrar las instalaciones de la centenaria sociedad recreativa Centro Asturiano de La Habana de Gijón, cesar de prestar servicio alguno y seguir cobrando las cuotas mensuales a los asociados. Ello porque dicen hay una sentencia del tribunal regional asturiano que da por culminada y efectiva la fusión por absorción por el Grupo Covadonga. Sin embargo al parecer el Grupo ha recurrido esta u otra sentencia al Tribunal Supremo nacional y aduce por tanto que en espera de la sentencia de casación definitiva y baja del Centro en el Registro de Asociaciones la fusión por absorción aún no es efectiva. Si la sentencia del Supremo sale en dos o tres meses, estaríamos en una situación absurda pero corta. Pero si tarda en salir dos o tres años, ¿podría prolongarse racional y legalmente esta situación patética? Si estamos así año tras año es porque se han hecho cosas mal. La directiva ha convocado elecciones para el Grupo para el 28 de diciembre. ¿Por qué en su primera campaña electoral estaba a favor de la absorción y, nada más llegar a la presidencia, cambió su criterio por el contrario? Por la Ley de Asociaciones vigente de 2002 y, sobre todo, por el sentido común, debería haberse celebrado en el Centro una asamblea final de liquidación de cuentas y extinción de la sociedad, informando con qué fecha los socios del Centro Asturiano pasábamos a integrarnos en igualdad de derechos en el Grupo Covadonga. Lo que todos deseamos es que se solvente la situación, saber si los socios del Centro lo somos del Grupo o no, y a partir de qué fecha podríamos entrar en ambas instalaciones en igualdad de derechos.
