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El mundo musulmán es otra historia

Las contradicciones de la izquierda en su modo de ver al Islam

Ante la ofensiva terrorista del fascismo islámico, los que creemos en la apertura y comprensión del "otro", deberíamos de centrarnos más en cómo funciona y se activa el paradigma del Islam. Hay que entender mejor la estructura y lógica interna de dicho paradigma: saber cómo El Corán/Alá funciona a modo de Gran Significante y cómo configura la realidad en todos sus aspectos fuertemente monoteístas. Hay que entender mejor cómo se ha venido interpretando el Corán a través de sus hadices y sus leyes y sharías. Hay que entender con más apertura de mente cómo se aplica a las realidades diarias de estos pueblos y a qué desarrollos extremistas o extremos puede dar lugar. Y esto es importante porque al contrario de lo que hace mucho pensamiento automático de izquierdas en Occidente, el desarrollo de un paradigma de religión/civilización no sigue un modelo único de ser humano que ha de desarrollar su potencial culminando en una sociedad hiperdemocrática de bienestar social.

El ser humano que se desarrolla en la historia no sigue automáticamente unas etapas de progreso que culminan en un mundo libre de alienaciones y entonces la religión desaparece por no tener razón de ser y existir. No todas las sociedades se secularizan por igual y algunas odian el mismo concepto de secularización por considerarlo una intromisión occidental en su modo de ser. No todas las religiones se reforman y se adaptan a la realidad de la misma manera y, por lo tanto, no todas las religiones son iguales ni van a replegarse necesariamente ante una supuesta liberación política o revolucionaria de los pueblos. Todo lo contrario en algunos casos conocidos: la religión puede llegar a ser el motor de tal trasformación política y erigirse en referente supremo.

No creo entonces que la confrontación del Islam con Occidente (para ellos cristiandad) sea inteligible únicamente en categorías marxistas o humanismos pseudomarxistas, donde la religión juega un papel siempre subordinado a lógicas de liberación o evolución occidentales. No es verdad que las sociedades musulmanas ya estaban "evolucionando" a estados laicos modernos, pero que el colonialismo europeo y la guerra del Golfo y posterior invasión de Irak hayan cortado está supuesta evolución hacia democracias socialistas en algunos de estos nuevos países, derivando pues hacia "una regresión" a la "Edad Media" llena de resentimiento y furor vengativo hacia el vampiro occidental. Para mí eso es entender mal lo que significa el mundo del Islam a pesar de sus amagos "laicos", imponiendo un molde puramente europeo de periodización de la historia a un paradigma de civilización que no sigue tal lógica occidental.

El mundo musulmán es otra historia. Es un "otro" que por su lógica interna como paradigma de configuración de realidad bajo un Dios Supremo que exige la sumisión de todos los humanos a su proyecto de umma o comunidad de creyentes, sufre una continuada ambivalencia de admiración y rechazo en su relación con Occidente, la "otra" historia para ellos. Occidente es el espejo que puede herir el orgullo de muchos musulmanes. Es inconcebible para muchos de ellos que la inmoralidad y el ateísmo occidental puedan dominar el mundo como lo hacen; pero también es la pregunta interna del musulmán moderno. ¿Por qué nosotros, poseyendo la verdadera revelación y las leyes más correctas para un gobierno justo en este mundo, y las fuentes de energía de las que se nutre Occidente, sin embargo estamos metidos de lleno en eternas rivalidades sectarias y tribales, en pobreza crónica, en guerras internas que nunca acaban, y en emigraciones forzadas?

Y, viceversa, el mundo occidental de democracias liberales/socialdemócratas tampoco puede integrar a su concepto de sociedad civil y libertades individuales a un Islam cuyo Dios aspira por necesidad interna al control absoluto de la realidad en todos sus aspectos civiles, políticos, artísticos, religiosos, etc. Para mí este es el meollo del problema. Ha sido el meollo del problema a lo largo de los siglos. Es también la consecuencia de que Europa haya ganado la batalla imperialista a un Islam también imperialista.

Mucha izquierda ha de pensar seriamente que con el imperialismo europeo y su paradigma van también las ideas marxistas ateas y sus interpretaciones tercermundistas. Todo ello puede resultar paternalistamente insoportable a una civilización musulmana que sigue aspirando a que su dios sea Dios para todo el mundo. El Islam moderado (el de la gente normal y corriente) no reniega de esta posibilidad y lo piensa desde su misma lógica y grado de apertura y necesidad de cierta integración a lo bueno que también tiene el mundo occidental, lo cual hace posible la coexistencia con Occidente hasta cierto punto. Pero el Islam radicalizado ya ha llegado a la conclusión de que la coexistencia con Occidente sólo es posible venciéndolo y sometiéndole. Y eso es también Islam, no un simple cabreo de transición a un mundo mejor "progre".

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