Como en las grandes ocasiones, no faltó detalle: luces, etiqueta, un público entregado llenando casi hasta la bandera el auditorio e incluso cámaras de televisión, porque la TPA rodaba el espectáculo para emitirlo el día de reyes. Era la puesta de largo del espectáculo "Dual", un proyecto que ha unido a Tamara y Miguel Kocina para ofrecer lo mejor de sus voces con temas a dúo y en solitario, y con el que el cantante gijonés busca consolidar una carrera que cuenta ya con una larga trayectoria. Ambos artistas comparten discográfica (Carlito Records), y eso siempre facilita las cosas, pero el hecho de que una intérprete asentada en el panorama musical, como Tamara, se preste a participar en este proyecto es todo un espaldarazo para Kocina, que tras haber pasado por varios "talent shows" televisivos, ve despegar su carrera con el álbum "Mi alma entre cristales" (2015).
Acompañados por una versátil banda de músicos, ambos salieron al escenario con "Si no te hubieras ido", un tema de amor en tiempo medio y con aire de balada dirigida hacia el clímax del estribillo en el que ambos lucieron su poderío vocal. Así, marcaban la pauta de un concierto en el que también hubo boleros y algo de rock. Desde los primeros compases pudimos apreciar que ambos cantantes forman un dúo particular, con una conjunción de voces poco habitual. Tamara con una tesitura más grave y una voz con cuerpo bien modulada y Miguel con un color tímbrico más brillante y ligero que se mueve con mayor comodidad y potencia en los agudos. Esto, sin duda, da mucho juego en la interpretación conjunta, pero precisa también un gran trabajo para amoldarse a las exigencias de cada tema. El pasado domingo demostraron que este "Dual" tiene buenos cimientos y madera para desarrollarse, aunque no nos cabe duda de que, como el buen vino, mejorará con el paso del tiempo.
Ambos tuvieron su momento en solitario. Primero Tamara, que combinó temas clásicos de su carrera como "El gato que está triste y azul" con otros de su último trabajo, "Lo que calla el alma" (2015), en el que parece querer alejarse del bolero que ha marcado su trayectoria para apostar por una línea más rockera al estilo Laura Paussini. Miguel Kocina volvió al escenario para interpretar con Tamara "Volver a empezar", y a partir de ahí tomó las riendas del concierto con varios temas de su disco interpretados en solitario. Jugaba en casa y eso se notaba; tras los nervios iniciales, el asturiano se soltó y se fue creciendo, dialogando con el público y bajando al patio de butacas para interpretar "Entre fotografías". Combinó las baladas con temas más animados y estribillos épicos, todo canciones propias con las que deleitó a un público que coreaba muchos de sus temas.
El remate fue obviamente a dúo y se cerró en los bises con la imprescindible "Si nos dejan". Fue un concierto cargado de emociones, tanto en el escenario como entre el público; casi dos horas de espectáculo lírico con público de todas las edades que disfrutó y arropó en todo momento de forma especial a la estrella local.
