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Pasos largos

En mi querida y natal calle de La Merced llevo ya un tiempo observando a un mal vecino que sacude alfombras y manteles al exterior. Hombre, por si me lee, que no sé yo, les contaré la historia de un guardia municipal que dio que hablar allá por los años cincuenta.

Resulta que "Pasos largos", que así lo apodaban por ser longilíneo y de gran zancada, imponía respeto con su estatura y sus poblados mostachos y era un celoso guardián del orden establecido. De aquella nosotros jugábamos al balón en la parte ancha de "nuestra" calle, entre Munuza y General Solchaga, y de vez en cuando, silbato en ristre, venía a requisarnos la pelota (lo que nunca conseguía pues corríamos como centelles) y a aguarnos la fiesta.

Un día, y de ahí su fama que traspasó fronteras, "Pasos largos" sorprendió a alguien de su zona de vigilar sacudiendo las alfombras y ni corto ni perezoso enfiló escaleras arriba, tocó con vehemencia el picaporte y sancionó con la máxima multa a la incívica vecina? quién resulta que no era otra que su propia esposa. Ignoro si fue condecorado o recluido en La Cadellada, pero el vecino de enfrente del Opencor merece, sin duda, la visita de "Pasos largos".

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