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Tormenta de ideas

Marketing, lobos y corderos

El niño de Podemos se llevó la foto del Congreso y demuestra que son más mediáticos que Belén Esteban

La foto del congreso se la llevaron ellos, como casi todos los focos. Son más mediáticos que Belén Esteban y además tienen el don de la ubicuidad, porque como bien saben, salen en todos los lados. El niño de Podemos es ya historia, solo le faltó votar, pero seguro que lo hizo en esa mente privilegiada que tiene que tener, después de asistir como si nada a una sesión del Congreso que duró ni más ni menos que cinco horas. Está claro que la maniobra fue estupenda, logró acaparar todos los flashes que es, insisto, su máxima, como bien podemos ver en cualquier medio que se precie.

Me imagino que eso nos hubiera gustado hacerlo a muchas mujeres, pero solemos anteponer el bien del menor al nuestro, que sería tenerlos protegidos siempre en nuestro regazo. Pero qué quieren, yo no contaba con una guardería en mi consulta, como sí cuentan en el Congreso, pero no me imaginaba a mis tres churumbeles sentados junto a mí, dándome los kleenex para secar las lágrimas propias y ajenas. Vamos, no me parecía como muy propio. Aunque Bescansa asegura que es terrible que muchas mujeres no puedan acudir al trabajo con sus hijos... Supongo que se referirá a una guardería, aunque ella no la haya utilizado, porque no me los imagino en Mercadona en la caja, ni en una tienda, ni en un autobús junto a la conductora, vamos que en mi modestísima opinión, cada cosa tiene su momento y su lugar, y hablando de conciliación familiar y derecho a la maternidad, que ustedes saben que defiendo a capa y espada, lo lógico sería conciliar la vida familiar con los niños, mediante más horas para padres, guarderías... no acercando el niño al trabajo.

Y ya puestos, habría sido mejor golpe de efecto y mucho más feminista que lo hubiera llevado un congresista de Podemos, que seguro que hay alguno con bebés, y la leche materna no es problema, que hay unos sacaleches estupendos para que les den el bibe en el hemiciclo. Habría sido un golpe menos machista... Por otra parte, siguiendo con la entretenida formación del Congreso, Pablo quiso jurar a su manera la Constitución que quiere cambiar a toda costa y me llamó poderosamente la atención su puño, que les puedo asegurar que yo, que entiendo algo de expresión corporal, me dio como un respingo, porque le vi más rabia y rencor en el gesto que otra cosa.

Alguien que me aclare, porque no entiendo ni comparto ese saludo, por qué no habla de reconciliación, por qué habla de extremismos, por qué lo han utilizado como símbolo los mayores asesinos de la historia: Mao, Stalin, Pol Pot, Ceaucescu y Fidel Castro, entre otros. ¿Se imaginan a un demócrata utilizando la mano alzada? Pues, qué quieren, a mí me parece exactamente igual. De hecho, nadie que no sea extremista utiliza el puño en alto en toda Europa, que por supuesto ya han abandonado los socialdemócratas vecinos. Pero España es diferente, si somos comunistas, somos los más, pero entonces ¿a qué negarlo? ¿Por qué basó Podemos toda su campaña electoral en sonrisas y no definirse en absoluto como lo que son, comunistas y a mucha honra? ¿Miedo a que la gente piense que la dictadura comunista no es la solución?

Pero no, quizás eso alejara a aquellos que piensan que es algo trasnochado y Pablo quiere ir de moderno, de cercano y de moderado; durante toda la campaña ha cambiado el discurso, ha sonreído, ha dejado su agresividad que sin embargo quedó patente en su puño en alto, con una rabia contenida que luego se convirtió en lágrimas porque lo que ha logrado no se lo esperaba nadie. Nadie con cierto sentido común. Alguien dijo que en esta campaña Podemos se había puesto la piel de cordero, cuando en realidad son lobos. Creo que con ese saludo sus juramentos a la Constitución y la continua y constante provocación, empieza a deslizarse la piel sobre sus hombros... Y esto es solo el principio. El verdadero Pablo aparecerá mucho más tarde, cuando todo esté atado y bien atado... Uf, qué mal suena.

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