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Carta al amigo ausente

De ayer, de hoy? ¡de siempre!

"El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor". Esta frase de Ortega y Gasset me sirve en esta ocasión para enlazar con cuanto me comentas sobre la situación que nos está llegando desde un segmento de población española que solo tiene como objetivo destruir y anular todo lo que pueda tener algún vínculo con el pasado sentimental y tradicional.

Lo verdaderamente preocupante es que este macro-efecto se ha trasladado desde la política a la voluntad de una mayoría de los ciudadanos y así no es de extrañar que algunos hijos aborrezcan a sus propios padres tratándoles de desfasados abiertamente, con altanería y falta de respeto, llegando incluso al uso del desprecio por el que se rigen quienes se consideran superiores ¿en qué?

Cuidar el espíritu de sentimiento religioso y de bondad como soporte de sus acciones en los actos diarios se presupone no estar en la "onda". Establecer y mostrar con los demás normas de educación y cortesía en el trato y la convivencia es casi como pedirles la inmolación en su existencia del vivir actual. Dejar un asiento en un transporte público a persona mayor, embarazada, inválida, o con cualquier otra connotación de debilidad para su preferencia en el uso, es un hecho excepcional (hace unos días, en el metro de Madrid, recibí un aplauso de la mayoría del vagón por ceder mi asiento a persona necesitada de él, cuando unos muchachos se lo negaron ante su propia petición).

Por ello, se hace necesaria una nueva doctrina educativa en cuanto a protocolos y normas de educación y cortesía sociales, pues a nuevas técnicas, nuevas costumbres , Así vemos como el móvil, tan necesario e imprescindible en las tareas diarias, no se detiene su uso en ningún espacio, de tal forma que no es muy extraño observar cómo mientras la cajera de un supermercado atiende a un cliente, éste se permite seguir con su interlocutor virtual sin hacer un respiro en su banal conversación o chat a través del whatsApp, interrumpiendo con ello el trabajo del empleado que le atiende, mostrándole así su falta de cortesía y respeto.

De igual forma no es extraño observar a quienes comparten mesa y mantel,despacharse con sus virtuales y no presentes interlocutores por el móvil haciendo obviamente caso omiso a quienes se han dignado compartir su tiempo, espacio y disfrute con ellos.

Me preocupan mucho los niños como futuros usuarios tecnológicos, que no han conocido el corretear con libertad tras un juguete rudimentario detrás de otros niños dialogando, desahogando su fortaleza con sus algarabías y conversando con naturalidad, explayándose con sus imaginaciones y sueños infantiles. En contraposición, se encierran en su habitación tras el móvil, ordenador o juego individual sin otra comunicación que el programa televisivo de su agrado, eliminando incluso la mínima conversación con sus propios padres y hermanos por falta de tiempo para "lo importante".

Vuelvo a evocar a José Ortega y Gasset cuando dijo "solo es posible avanzar cuando se mira lejos" . Mal vamos si solo nos preocupamos de nuestro momento actual, sin mirar hacia adelante por el camino trazado por nuestros antepasados que, bien o mal han sido capaces de llegar hasta aquí, y no precisamente en días de luna llena.

Sí amigo mío, en esos momentos en los que estamos viviendo, tanto a ti como a mí, nos pasa lo que a Don Miguel de Unamuno en situación casi similar a la que ahora estamos viviendo: "Nos duele España".

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