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De ayer, de hoy... ¡de siempre!

Ministros, sacristías, Carnavales y un concierto de San Valentín en el Jovellanos

Creemos, de buena fe, o a falta de otra creencia mejor, que el ciudadano, la ciudadana y sus votos son, en democracia, la medida de todas las cosas. Y no es verdad, que hoy quien manda y puede no es la doña Democracia votante, sino una repelente y oscura doña Dictadura Financiera, hija bastarda del Señor Libérrimo Mercado.

La medida del verdadero poder está fuera del juego democrático, fuera de la realidad, sea la virtuosa o la virtual; el verdadero poder, sin esperanza y sin Aguirre, flota por el espacio oscilante y devoto de lo invisible, en el que sirven a sus señores, réplicas de los Fernández y Morenés.

Dicen que el cuartillo, como medida de poder, está, o mejor estuvo, en el palco opaco del Real Madrid? ¿será posible? Dicen que en aquel allí, "los más altos y los más bajos de los altos, sin esperanza, pero mercedes, fernández y gatos por medio, se tratan de tú. Y se rajan sin piedad".

-"Oye tú, mira a ver si me arreglas de una vez lo de la huelga, que no podemos más", le dijo campechanote él, mano al hombro del hombre sindical, un altísimo a un sindicalista que, dicen, era muy conocido en Gijón? Pero en el palco solo mueven, o movieron media docena ladrillos y empinaron, como en el Molinucu, un cuartillo de poder, poca cosa. El resto de la obra y la bodega no están en el palco del Madrid ni en el del Molinucu. En realidad, vuelan, obra y bodega, en alas de la fe, según dice los que saben de lo que quiere Fernández cuando hace del "Hazte Oír" a base de ley mordaza, "obra" de Utilidad Pública, o casi divina, o deDios...

Antes, en las sacristías medían el poder con roucos celemines. Ahora, desde que Vilalba salió del mapa del poder, las sacristías, sin los dos capones, andan mustias de poder y el poco dinero que les quedan lo emplean en arreglar paredes y cimientos que las viejas iglesias, como en Pisa, pisan?y ante el dilema de "O lo arregla usted, o lo arreglamos nosotros", don Prudencio Adaúlfo de San Juan y Arenas puso los andamios, que de poner las notas el maestro Arrieta temía no hubiera dinero que pudiera pagar la cantata, que el maestro hace interminables. Como la dedicada a don Donato, que llaman "la inacabada". Razón tuvo don Jesús cuando puso su buen Foro a reconstruir la de Jovellanos...

Pero más limpias que las sacristías, quieren algunos tener sus "manos". Son lo que se llaman de "las manos limpias". ¡Qué cosa!. ?Y lo que tocan ¿por qué será, para que será, con qué intención tocarán?, se vuelve mierda. "Ye mierda todo lo que toquen"? ¿O será que todo lo que toquen conviértenlo en plata de la que caga la gata de la señora Dictadura financiera?

Secretos de la España Una Grande y Eterna, como los de Fernández y Morenés, que dejaron al PSOE sin Yunque, Pluma y Libro. Y dejaron a la imperiosa Doña España armada hasta los dientes, con peineta, guarda jurados y aviones hasta en la cabeza, en pelotas y sin vergüenza.

Hay quien recomienda para mantener las manos limpias de polvo monetario y gérmenes políticos que se use jabón con esencias del Congo marca "El negrito", que según los higienistas "es el que mejor lava las manos? y el pito".

Y entre tanto, Carnaval. Aunque llueva y vente; aunque granice y nieve, todos con el Carnaval del subido Oviedo, donde todo el mundo usa Slim. Dicen que a un muñecón que representaba en Slim al Arzobispo Sanz lo revistieron para mayor decencia con los adornos del Sochantre del primado de Mondoñedo, porque dicen los que saben "que el Papa Francisco ya le envió, con un cunqueiro de tinto y blanco, dos avisos al buen Jesús". O al concierto de San Valentín donde toca en la Laboral la Orquesta Filarmónica del Principado, que paga el Ayuntamiento de Gijón, ocultando en el frontispicio de la orquesta el nombre del pueblo que paga, para que nadie recuerde que antes, Demetrín el cantante degolló a los inocentes de la Sinfónica de Gijón, y compró con buenos euros gijoneses las segundas partes de los líricos ovetenses. Seguro que cantó sus hazañas en el escenario granizado de granizo de San Valentín en su Jovellanos. Butacas giratorias. El cantante sí que pudo girar, "tocános" la gaita y saludar a Mario y Sila?

¡A Bonaparte vas don Gijón del alma en compañía de Mario, Sila y la Capitana!

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