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Portavoz del Grupo municipal Socialista

PGO: No a cualquier precio

Sin zonas de reserva para nuevas necesidades, con vivienda dispersa y sin dotaciones públicas se condiciona el futuro

Los socialistas queremos que Gijón tenga cuanto antes un nuevo Plan General de Ordenación (PGO). Desde las sentencias que anulaban el anterior Plan por un defecto de forma, el PSOE exigió que se solventase dicho defecto y se pudiese disponer en pocos meses de un plan urbanístico. Tales reclamaciones, sin embargo, fueron ignoradas por Foro.

Queremos por tanto un PGO, pero no a cualquier precio. Y el de este Plan es muy caro porque impedirá el futuro crecimiento de Gijón cuando la situación económica mejore y porque hará imposible que trabajadores y jóvenes puedan acceder a una vivienda digna y asequible.

Esto es así porque Foro se ha empeñado en un modelo que renuncia al futuro. Se mantiene el actual suelo urbano, ya diseñado en los planes anteriores, pero no se prevén zonas de reserva para atender nuevas necesidades. Llevan tres años dando vueltas a esta cuestión pero nada han planteado. Tenían las manos libres para proponer lo que hubiesen querido pero han preferido dejar la hoja en blanco, como si todo fuese a seguir siempre igual.

Pero no sólo no han querido asumir su responsabilidad sino que han hecho un planteamiento de ocupación de la periferia urbana con viviendas unifamiliares que hará imposible futuros desarrollos.

Las nuevas viviendas previstas para los próximos años, y una vez que se colmate la actual zona urbana, son exclusivamente chalets en Somió, Castiello o Cabueñes (zonas en las cuales se incrementa la edificabilidad existente hasta ahora), o bien viviendas unifamiliares de 300 m2 en la zona rural. Es el mejor reflejo del urbanismo de la derecha, que desvertebra el territorio, lo invade y segrega a la población en función de su capacidad económica porque ¿Cuántos trabajadores, cuántos jóvenes podrán acceder a esas viviendas? ¿Y qué alternativas se les ofrecen?

Pero a los efectos sociales de esta política hay que añadir los medioambientales pues se empeñan en un urbanismo insostenible, de vivienda dispersa y sin ningún tipo de equipamientos públicos.

Esto contrasta claramente con el urbanismo que ha venido desarrollándose en Gijón con Planes Generales a los que siempre se opuso la derecha con sus votos en el Pleno. Ese urbanismo nos permitió promover multitud de nuevas zonas residenciales con edificabilidades moderadas, zonas verdes, todo tipo de equipamientos públicos y miles de viviendas protegidas con precios asequibles y viviendas sociales. Desde Moreda a Montevil, del Arbeyal a Nuevo Roces, de El Llano al Lauredal, la ciudad cuenta con dotaciones públicas que Foro no ha tenido más remedio que reconocer.

Sin embargo, este PGO impide que se continúe con el desarrollo de estos equipamientos y dotaciones públicas en el futuro. Pero no sólo eso: plantea un crecimiento muy considerable de los equipamientos privados y les "regala" una clasificación muy ventajosa a los mismos, un regalo de edificabilidad y plusvalías. Y me refiero a equipamientos ya existentes y que, en algún caso, tienen vinculación directa con el gobierno de Carmen Moriyón.

Esto no es casual porque hay temas en los que la diferencia entre la derecha y la izquierda son más claros: educación, sanidad, política social y está claro que también el urbanismo.

Por favorecer a ese muy reducido porcentaje de la población que tienen abundantes terrenos o pueden permitirse un chalet, se condiciona gravísimamente el futuro desarrollo de Gijón. No hay crecimiento económico sin crecimiento demográfico y se condenará a los jóvenes a buscar vivienda en otros municipios, como ocurrió en Oviedo que forzó a miles de vecinos a buscar su alojamiento en Siero y otros municipios, incluido Gijón.

Foro es consciente de lo que hace y de sus consecuencias. Esa es la razón por la que lleva semanas negociando en los despachos y apartando al PSOE de todo el proceso. Aunque ya en noviembre les entregamos un informe que resume nuestras preocupaciones, no han encontrado tiempo para hablar de ello y de los posibles cambios y se ha negado a discutir estas cuestiones con presencia de los demás grupos municipales. Ahora, en poco más de 48 horas, se nos pide que revisemos sus papeles, que identifiquemos sus errores y que además callemos. Pues siento decirles que ni silencio ni anuencia por mucho que su 'portavoz bis' le ría las gracias a los casquistas y amenace con el averno. Mucha vieja política para gentes que se autoproclaman "nuevas".

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