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Bisiesto

En un bisiesto como éste de 2012, nos decía adiós, un 29 de febrero, el maestro de periodistas, amigo, contertulio y gentleman gijonés Juan Ramón Pérez Las Clotas. A los cinco días en tan fatídico año se nos marchó también otro contertulio, amigo y riosellanu, el cura José María Díaz Bardales. A veces el destino es caprichoso, y quizás lo quiso así, pero a mí me sigue "doliendo en los cojones del alma", que diría Miguel Hernández, el viaje al descanso eterno de la gente que quiero.

Recuerdo cuando en el funeral del joven Tinín Canga Rojas (fallecido en traidor accidente de moto) el sacerdote dijo a modo de consuelo: "Dios siempre llama a los buenos". Mi ateo padre, que estaba afectado, me dijo socarrón: "Hijo, no conviene ser tan bueno".

En fin, sirva de recuerdo este absurdo (o no) billete a dos prohombres a los que admiraré hasta el final de mi existencia.

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