Al menos en verano, los partidos políticos deberían dar a la militancia cursillos para reciclar a simples ciudadanos en políticos cuidadosos y avezados. Esta sana costumbre debería imponerse como obligatoria en el pacto fundacional del nuevo Partido Socialista-Liberal Dinástico, que encabezan, para bien de la Nación, los señores Sánchez y Rivera.
Ahora solo falta que pongan sus fichas en disposición de lucha electoral las huestes católico conservadores y las podemitas de la gente de abajo? Y todo estará presto para iniciar la segunda partida de ajedrez de la transición del franquismo? a la desesperada.
Incluso esta tarea veraniega podría ser preciosa para evitar que el cuerpo curul de cualquier ciudad o villa, pudiera reproducir el espectáculo tan poco "edificante", máxime tratándose del trámite inicial de un PGO, como el ofrecido, televisado en directo por el Pleno extraordinario gijonés, del pasado martes, en el que el PSOE, buen galgo, levantó la liebre de dos posibles fichas "especulativas", muy escandalosas; falta saber qué más caza puede esconder el resto de la literatura? aportada "in extremis" por el sagaz concejal del ramo? de los temidos "Eres (amigo o no)". Que la aprobación inicial del Plan, lejos de resultar encaje de Camariñas, se vuelva escenario de títeres? Que se cambien los contenidos de las fichas del Plan, alterando lo conocido por lo conocer? es muy penoso; pero que ante el destrozo enmudezcan atónitos los curules, y ninguno demuestra saber a ciencia cierta, ni la Alcaldesa, ni el Secretario, si lo restado de Bauer y el Natahoyo estuvo bien o mal; que ni siquiera Secretario y Alcaldesa tengan opinión sobre si para aprobar el entuerto basta la votación conjunta o hay que hacer una por ficha? ¡clama al cielo!...
-¡Tamos en días de "Fetén", bobu!.... -¡Coño, ye verdá!
