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"Naufragios"

La primera novela de Rocío Menéndez Traba enseña un proyecto de escritora que aventura éxito futuro

Me van a perdonar porque no soy en absoluto una crítica literaria. Nada más lejos de la realidad. Pero como ustedes saben que yo cuento mi vida sin demasiado pudor, no puedo dejar de hablarles de mi último descubrimiento. Tengo una amiga, toda sonrisa, toda luz, muchos años más joven que yo, pero con la que comparto junto con otras mujeres igual de especiales los mejores momentos de estos dos últimos años. Bailamos hasta la madrugada en unos encuentros mensuales que no me perdería por nada del mundo. Somos locas, nos reímos, lloramos y compartimos y soy, he de decirlo, muy feliz de haberlas reeencontrado.

Dos son de mi época de TLG y la tercera es una nueva amiga que ha llegado maravillosamente a mi vida. Bien, pues esa pequeña mujer, es menuda, parece frágil y delicada, sonriente y siempre parece inmensamente feliz? y es escritora. Y tengo que decirlo con mayúsculas. He leído, he devorado su novela y me he dejado llevar por unas historias que no tienen nada que ver con ella, y es lo que la hace mucho más grande. Hay que ser una excelente escritora para que lo que se plasme en su novela no tenga nada que ver con ella. No es fácil. Su libro no es de amor y lujo, como me gustan a mí, pero me ha entusiasmado.

Me lo advertía: "Isa, es duro, no sé?" Pero me ha atrapado desde las primeras páginas. No he podido dejar de leerlo hasta que lo he acabado. La actualidad me ha impedido hablar antes de él, porque ya lo presentó en Navidad. Ahora se va a Madrid a presentarlo y me encantaría poder estar con ella, creo que lo voy a intentar, porque aunque mi cariño por ella es inmenso, creo que ha nacido una gran escritora, de la que vamos a oír hablar muchas veces. Su próxima novela se está gestando y me está volviendo loca la temática, espero verla antes de que se publique.

Pero ahora quiero hablarles de su primer hijo, de "Naufragios". Me he identificado con todos y cada uno de los personajes que describe magistralmente, aunque algunos de ellos fueran tan diferentes a mí, tan oscuros, a veces repugnantes, pero tantas otras tiernos. Me he imaginado la película, porque la veo, y ya me he adjudicado un papel. Se lo digo entre risas, pero es en serio: yo soy Carmen, con sus contradicciones, su sumisión y su rebeldía, con su lealtad y su no saber decir no? Con su amor por Maura, esa criatura que ella describe con sus traumas psicológicos, sin ser psicóloga, de una forma magistral. La dulzura y la pena de Cayetano, con ese Recetas que afortunadamente existe y con tantos Rafaeles como los que yo veo por mi consulta; me gusta su especial terminología (los "limpitos"), la playa, la oscuridad y el amor que destilan algunos personajes? Esos personajes que ella encadena de una forma magistral y nos van meciendo en ese barco que llega a la orilla hecho pedazos, pero llega.

Y de alguna manera los supervivientes tienen toda una vida por delante, como ella, como escritora: Yocer Ceruyeda, el seudónimo tras el que se refugia mi amiga Rocío Menéndez Traba para convertirse en eso, en una excelente escritora. No se lo pierdan.

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