La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Profesor de Geografía e Historia

Hay que chutar

Los problemas del Sporting sobre el terreno de juego, que le han llevado a la cola de la clasificación

El fútbol se diferencia del atletismo, pues en el deporte del balompié no se trata solo de correr más, gana el equipo que mete más goles, si bien un buen fondo físico lo facilita. Tiene mucho mérito lo que está haciendo equipo de los guajes de Abelardo, plantando cara en primera división a los grandes del fútbol español. Considerando además que no nos han dejado fichar jugadores libremente para poder reforzar más el equipo. Sin embargo en Granada se han juntado dos cosas: el Sporting tenía que haber chutado en la primera parte y no chutó, y sin chutar no se puede marcar goles; y el árbitro, a lo que parece, se dejó engañar por Barral y se tragó el penalty, un fallo importante que ha perjudicado gravemente al equipo gijonés. Pero más allá del fuera de juego dudoso en el gol anulado a Sanabria y del penalti más que dudoso en contra, hay errores propios que debemos corregir. Pretender auto engañarnos achacando la causa de la mala clasificación en la tabla solo a la mala suerte o los errores de los árbitros, que debemos criticar -con educación-, es como cuando los árboles no nos dejan ver el bosque. ¿Se imaginan que alguien apenas comiera durante un mes, y luego se quejara de su mala suerte por estar muy delgado y débil? Los apuros y urgencias suelen llevar a la precipitación e imprecisión. De ahí el refrán "Vísteme despacio, que tengo prisa". Hay que seguir luchando con prudencia y perseverancia, tan malo es flagelarse como reiterar los mismos fallos. Hay que recuperar el ánimo e intentarlo con decisión hasta el final.

El fútbol es un juego de equipo, no se reduce a quitar a Fulano y poner a Mengano en la alineación, pero hay errores individuales y de conjunto corregibles. Pongamos algunos botones de muestra, con ánimo constructivo. El portero Cuéllar todos los partidos saca 3 o 4 veces el balón directamente fuera. A diferencia del Barcelona que saca el balón jugado desde atrás y elabora la jugada; mientras nuestro equipo tiene el balón y combina, el contrario no nos ataca. El Sporting no es el Barcelona, lo cual tampoco significa que cuando tengamos el balón, en vez de combinar con los nuestros, lo tengamos que rifar pelotazo para adelante. El defensa Vranjic es impulsivo, está bien la contundencia en un defensa, pero alguien deberá decirle que no siempre conviene tirarse al suelo, para que el delantero escape solo hacia nuestra portería, a veces es preferible aguantar con reflejos dos metros detrás del delantero. No se entiende por qué Halilovic no juega de titular, pues es de los que conecta con peligro a los centrocampistas con los delanteros, pero también alguien tendrá que decirle que a veces le sobra el tercer regate y debería pasar el balón antes en vez de forzar la jugada y perderlo. La tarea es de conjunto en colaboración, pues si nuestros defensas pasan apuros, puede ser porque perdemos el balón demasiado rápido en el centro del campo y delantera. Si nuestros delanteros no crean peligro, puede ser porque los defensas y centrocampistas no sacan el balón jugado desde atrás ni dan asistencias en condiciones.

Poco hay que objetar el día que se juega bien y se pierde, como fue el caso del partido contra el Barcelona (1-3). En el fútbol, como en la vida, unas veces se gana y otras se pierde, por eso hay que ser elegante en la derrota y modesto en la victoria. Pero debemos analizar, ¿qué es lo que ha cambiado del equipo que ganó en El Molinón 5 - 1 a la Real Sociedad, al que perdió 2 - 4 frente al Espanyol? Bien es cierto que fue un partido intenso y abierto que también podía haber acabado en empate a tres, y que el cuarto gol de los pericos fue de rebote. Por definición, la suerte unos días la tendremos a favor y otros en contra. Así que no vale solo con echar la culpa de derrotas continuadas a la mala suerte o los errores de los árbitros. Siendo justo, por supuesto, protestar contra errores arbitrales que nos perjudican. No obstante debemos contar que los árbitros se van a seguir equivocando, y algunos parece se equivocan más a favor de los equipos grandes que de los pequeños. Pero ello no explica el 0- 3 con el Levante o el 0-2 con el Athletic. Y jugando como en la primera parte en Granada nos vamos a Segunda, pues el Sporting estuvo bien en la faceta defensiva, pero nulo en la ofensiva. Aún hay partidos y puntos en juego para rectificar; espabilarse o descender. Los defensas deben estar concentrados, también los diez primeros minutos de las segundas partes. Los centrocampistas deben primero mirar a los compañeros y después pasar el balón, no al revés. Y por supuesto, para marcar gol hay que chutar, clave del fútbol.

Compartir el artículo

stats