La urbanización es, junto con la terciarización de la economía, la característica más destacada de las sociedades postindustriales contemporáneas. Se habla de área metropolitana cuando un gran núcleo o núcleos se convierten en centro de atracción para otras ciudades medias o pequeñas alrededor y en su ámbito de influencia. Por debajo de las metrópolis centrales de influencia nacional (en la península ibérica, Madrid, Barcelona y Lisboa), se sitúan metrópolis regionales, como Oporto, Valencia, Sevilla, ría de Bilbao, Zaragoza o Málaga (región penibética), con entre medio y un millón de habitantes. El caso de Galicia y Asturias es peculiar, pues en vez de contar con una capital regional cuentan de hecho con dos capitales subregionales. Si bien la capital administrativa -también cultural y religiosa- está en Santiago, en la práctica la capital económica de las Rías Altas y del norte de Galicia es Coruña, y la capital económica de las Rías Bajas y del sur de Galicia es Vigo, ambas tienen entre doscientos y trescientos mil habitantes. En el caso de Asturias tenemos además la particularidad de que las dos cabezas de la bicefalia urbana están tendiendo a aproximarse, pues Oviedo crece hacia el noreste (nuevo hospital central -HUCA- e Intu -antes Parque Principado-, gran superficie comercial), y Gijón por su parte se extiende hacia el sudoeste (Pumarín, Montevil), con apenas 20 kilómetros entre sus límites cada vez más difusos (¿Lugones, Nuevo Roces?), cuyo ordenamiento urbanístico y económico subregional desborda la capacidad municipal, al tratarse de una ciudad de ciudades, con otros dos sub núcleos en Avilés y el municipio de Siero, polinuclear, más Mieres y Langreo al sur.
Ello implica en primer lugar para un ordenamiento metropolitano una mejora en el aprovechamiento de los espacios urbanos interiores respectivos, caso de los terrenos de los antiguos hospitales en la avenida del Cristo en Oviedo, la Isla de la Innovación en Avilés, o el aprovechamiento de la denominada Milla del Conocimiento en Gijón, con La Laboral, de competencia autonómica, y el Parque científico y tecnológico, de competencia municipal, si bien tanto uno como otro requieren una cooperación mutua. Hay aspectos puntuales, como habilitar un aparcamiento y una entrada norte para el público al teatro de La Laboral, desde la avenida de la Pecuaria, de tan sencillos no se sabe por qué no se han abordado aún, y otros más complejos, como buscar una ubicación estable para la "Semana negra", a modo de recinto ferial, amplio y accesible. También hay aspectos interurbanos comunes de solución global, sin requerir de mancomunidad de municipios, como el impulso al aeropuerto y sus comunicaciones, o la gestión de residuos urbanos, convendrá decidir de una vez que se va a hacer con el vertedero de Cogersa, incineradora u otras alternativas. O una promoción común de sus playas, eventos y turismo. Se trata de evitar competencias contraproducentes entre ciudades vecinas, fútbol al margen, y mejorar la complementariedad en beneficio del conjunto, para conseguir una ordenación urbanística y un crecimiento económico más eficientes. Ningún jugador solo es tan bueno como el grupo ganando en equipo.
Se habla estas semanas de la necesidad o no de ampliar la autopista "Y" entre Avilés, Gijón y Oviedo con el tercer carril. No se trata de planificar a favor o en contra del coche y los conductores, cuanto en beneficio de la ciudadanía en general con una ponderada distribución de espacios e infraestructuras. En Galicia los nacionalistas del BGN en los años 80, muy anti sistema, progresistas y ecologistas ellos, se oponían a la construcción de la autopista del Atlántico entre Coruña, Santiago y Vigo. Claro que las grandes obras públicas precisan un estudio y corrección de impactos ambientales, pero ¿se imaginan el caos de comunicaciones que sería hoy en día la costa atlántica gallega sin esa autopista? Cuando se planifica no hay que hacerlo pensando solo en la próxima legislatura de 4 años, sino pensando en la próxima generación, en los próximos 25 años, valorando las tendencias a medio plazo, que incluirán rachas positivas y baches negativos a corto plazo. Antes de considerar prioritario el tercer carril de la Y hay que valorar el adecuado mantenimiento del firme drenante, enlace en el cruce con la autovía Oviedo - Gijón, los accesos a Intu y la ZALIA, zona de almacenamiento y distribución industrial y comercial, enlazar el tren con el aeropuerto de Asturias, así como la necesaria mejora de la red ferroviaria de Cercanías, una de las señas de identidad de cualquier área metropolitana moderna y dinámica. Asturias no necesita zancadillas partidistas entre administraciones, necesita revulsivos para superar su retraso económico.
