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Herrero Merediz y el cuchillo de palo

La pérdida de uno de los referentes de la izquierda gijonesa

Si hubo persona de las izquierdas (de la cáscara amarga, dirían los bien pensantes de una sola, sola, sola idea) en el Gijón que comenzaba la segunda mitad del siglo XX bajo Franco, Franco, Franco, que contando menos de 30 años fuera antiguo alumno de los PP. Jesuitas en su colegio de la Inmaculada de Gijón, -antiguo Simancas-, disfrutara de título académico con don incorporado; que perteneciera a familia "conocida y de arraigo", militares unos, abogados del ala izquierda los Merediz, descendientes de don Lucas, el famoso abogado, republicano y mártir, que el poder caciquil de Pidal expulsó de Villaviciosa tras formar a los liberales rebeldes la famosa "Causa de los Sablazos"; obligándole a refugiarse en el Gijón progresivo donde formó, desde su despacho de la plaza de San Miguel, 2, formidable "Centro Jurídico" en los comienzos del siglo XX con Buylla, Sousa, Altamira y Reguera en Oviedo; y formando la delantera en Madrid, Azcarate, Melquiades y Prida, mientras su hijo Mariano, formado en el republicanismo burgués de su padre, crecía y se fortalecía políticamente en el reformismo melquiadista, donde llegó a ser dirigente de prestigio e influencia, diputado a Cortes y hasta formó parte de un gobierno Lerroux, como Director General de Enseñanzas Técnicas.

Si además, el tal viviera con entusiasmo y pasión sus ideas y aficiones, y si ese alguien, fuera atleta amateur y hubiera optado por hacer el "servicio" como teniente en la Legión y por los años finales del cincuenta fuera entrenador de Atletismo en el Colegio de los Jesuitas donde contribuyó a formar jóvenes valiosos e inquietos, desde los Sandes pasando por Conrado Pineda y Luis Prado D'Almeida; ese ser de la izquierda acomodada y singular, no podía ser otro que José Ramón Herrero Merediz, popularmente conocido por "El Mere".

Se hizo políticamente en Gijón entre lecturas, y cafés en El Manacor; viajó y conoció la libertad en la Francia libre. Se sumó al Partido Comunista porque soñaba con la igualdad, la libertad y la justicia. Y en 1960 viajó a Praga, a un congreso del Partido Comunista, con el doble pasaporte que para estos casos arbitraba el PCE. Pero al volver a Gijón, le esperaba la Policía franquista; él me aseguró, entre rosas, que el Partido había dejado con intención su identidad al descubierto dela Brigada, quizá para que reforzara desde dentro de la prisión la moral de los penados? Que él era fuerte, disciplinado y enérgico. Y hasta Teniente emérito de la Legión?

En el Gijón pacato que sable en mano gobernaba el General Cecilio Oliver, sin duda amigo de su familia, la detención de "Mere" fue una bomba. Llegó la cosa a casa, y me prohibieron escuchar Radio París?, no fueran a escucharla, también desde la Comisaria.

"Mere" pasó, siete años en la cárcel, pero como efecto secundario de su "caída" el miembro de la Policía Jesús Villa Pastur, amante del arte y, en especial, de la pintura, que tenía tertulia, seguramente en el Peñalba a la que en alguna ocasión acudía el "rojo", fue desterrado ipso facto a Ciudadela. Allí le conocí por una tarjeta que me dio para él su admirado Piñole. Desde su puesto en la comisaria, tras largo mostrador en cuyos cajones atesoraba cientos de pares de zapatos de los números 37 y 38, que compraba de los muestrarios, no guardó, en realidad no tenía sitio porque todo lo ocupaban los zapatos, ningún rencor al pobre "Mere", causa involuntaria de su aislamiento y, también causa, aunque indirecta, de que los ciudadelanos acudieran en masa a su Ateneo para escuchar las frecuentes charlas del culto policía que les abrió increíbles horizontes. Villapastur, harto de charlas y de zapatos, entregó placa y pistola en 1964, y reingresó en la sociedad civil como cultísimo enseñante y promotor de la cultura pictórica en Luarca. Comía en el Villa Blanca.

Cumplidos siete, de los catorce años de la condena, -catorce cumplió de de Senador por Asturias dentro de la lista socialista-, gracias a las reducciones de pena por dos papas y los 25 años de la paz de Franco, Franco, Franco, "Mere" volvió a Gijón. Le puso valor a la cosa. Hizo algún trabajo en neumáticos, seguramente a la sombra de algún "camarada", hasta que por fin entró en el despacho de Jorge Margolles, que también le echó valor, en la calle de los Almacenes? Años de servicio a la causa y al trabajador. Magistratura de Trabajo y Orden Público. Consulta en Cimadevilla, tras la casona de Jovellanos, en pleno Prado de don Gaspar y en Almacenes. Luchas en los Colegios de Abogados de Oviedo y Gijón, controlados por los viejos camaradas? Comenzaba a germinar la esperanza entre cenas y encuentros furtivos. Un día, de mano de "Mere", se nos aparecía en una merienda con queso y poco más, el camarada Horacio, el pacificador, el hombre bueno. Otro, Claudín nos esperaba a cenar en Las Ballenas?

Y llegó el 77, y llegó junio; y llegaron las consignas y llegaron Wenceslao Roces y Pasionaria, y llegó Carrillo en vuelto en la bandera bicolor?, y después de cuarenta años de lucha, de quemar cientos de camaradas, de combatir en cien frentes y fundar cien sociedades culturales, el 16 de junio, el partido comunista de Asturias contó poco más de sesenta mil votos, mientras que el PSP que acaba de nacer, obtenía 4cuarenta mil, nos separaron menos de veinte mil votos. Ahí nació todo lo que después vino, revestido de ropajes ideológicos multicolores.

La salida de Perlora en 1978 hacia ninguna parte, por la retirada del "leninismo" en el catón del PCE, pasado un tiempo lleva a antiguos militantes comunistas, a disgusto con su orfandad política, a pedir su ingreso en el PSOE, en el que González ya había retirado el "marxismo" de sus anaqueles... Y entre ellos, el buen amigo Merediz, bien visto por unos, mal por otros, que, sin embargo, pronto alcanza un puesto en el Senado para el que lo votan asturianos de toda idea y condición... Catorce años en el Senado, sin reducción, que van pasando y cayendo? Hojas del calendario caídas juguetes de la memoria son? Y con ellas, "Mere" estoy jugando en tu recuerdo... por tu memoria...

Y viendo cómo te cansas también de la "mordaza" socialista. Su razón de salir, sus convicciones, su fuerte personalidad, el no tolerar el "mangoneo" del aparato. El aparato, los aparatos son el cáncer incurable de los partidos. De los viejos partidos. De los nuevos partidos.

Y como, por orden del mando, las agrupaciones locales del PSOE se difuminan y enmudecen, con ellas se difumina y enmudece la personalidad del militante José Ramón Herrero Merediz, el amigo "Mere", de largas conversaciones y muchas rosas? "No puedo votar, me voy", dijo y cerró la puerta. Tenía casi ochenta años y ánimo para seguir intentando encontrar "su" hueco político. Y miró hacia UPyD, quizá sin valorar bien, el quién y para qué de aquel nido de presuntas felices libertades?

Le despedimos el domingo, día de ramos, entre sinceras palmas de adiós, porque con él se va también parte de la vida que vivimos contra Franco, Franco, Franco, y contra casi todo.

"Mere", no te arrepientas de tu larga peripecia, el no haber llegado, te hará grande, bueno y honrado en el recuerdo de mil generaciones.

"En casa del Herrero", dice el refrán, cuchillo de palo". Hoy llueve y es día de palmas.

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